La mujer 10
A SUS 22 AÑOS, LA CATALANA GISELA PULIDO ACABA DE CONQUISTAR SU DÉCIMO MUNDIAL DE KITESURF. EL PRIMERO LO GANÓ CON SÓLO DIEZ
Acaba de cumplir 22 años y ya es toda una veterana. La kitesurfista más laureada, con diez títulos en el principal circuito internacional y en su principal categoría, Freestyle, a los que suma otros dos en las disciplinas de Waves y Big Air. La catalana Gisela Pulido puede presumir, además, de haber sido la deportista más precoz en conquistar un Mundial, como le acredita el Libro Guinness de los Récords. Empezó tratando de dominar el viento y las olas asida a una cometa con sólo ocho años y a los diez, en el 2004, ya se hizo con su primer título. Ni el veto de sus rivales, que doblaban y hasta triplicaban su edad, en nombre de la seguridad de una niña la apartaron de la competición. Un deporte en ciernes que ella ha ayudado a desarrollar, el espectáculo y los patrocinadores no podían permitirse que Gisela no estuviese ahí, sorprendiendo con una técnica y unos trucos propios de sus compañeros más intrépidos. Entre ellos, su propio padre, Juanma Pulido, quien le transmitió la pasión por el kite y a quien tuvo que convencer para que la dejara competir con una cometa que él mismo adaptó.
“Gisela me acompañaba siempre. Mientras yo practicaba, ella se hacía sus cometas con bolsas de plástico. Cuando se puso a surfear nadie la pudo parar”, explica el progenitor. El sueño de Gisela de volar a ras de mar fue también el sueño de sus padres. Él no dudó en instalarse con su hija en Tarifa y abandonar su Premià de Mar natal. Allí tenía las condiciones perfectas para entrenarse a diario, con un horario escolar que se lo permitía todas las tardes. No necesitó nada más: tiempo y viento de Levante. Y el kite se convirtió definitivamente en su vida.
“Recuerdo la primera vez que gané el Mundial, tanto mi padre como yo no nos lo esperábamos. Empezamos a competir por seguir nuestro sueño y nuestra pasión, y cuando fui campeona del mundo fue una gran sorpresa. Ahora miro atrás y veo que he conseguido 10 campeonatos, que se dice pronto, pero es un número muy grande –reflexiona desde Panamá, donde se ha instalado para poner en marcha una escuela como la que regenta desde ya hace años en Tarifa junto a su familia–. No puedo estar más feliz y orgullosa, nunca lo habría imaginado. También estoy agradecida por todo el apoyo que he recibido, en concreto de mi padre, que ha estado conmigo en todo momento. Sin él habría sido imposible”.
Gisela Pulido es hoy toda una institución, dentro y fuera de los ambientes surferos. El pasado lunes recibió el trofeo al Deportista Internacional El Corte Inglés en la gala de Mundo Deportivo. Brilló en sociedad como lo hace siempre en las aguas más embravecidas, sorprendió con un atrevido diseño de Peter Aedo y se codeó y fotografió con otras figuras como Gerard Piqué o Ronaldinho, con quien compartió saludo surfero.
“El kitesurf es un deporte muy joven. Empezó en 1998, pero no fue hasta el 2002 cuando se realizaron las primeras pruebas del Mundial –recuerda la mejor rider del mundo, que tampoco se queda corta cuando surfea sobre la nieve–. Recuerdo que al principio cuando me hacían alguna entrevista o hablaba con los medios conocían muy poco este deporte, y ahora es increíble como ha cambiado. Muchos conocen mi trayectoria, el kite, reconocen mi esfuerzo y valoran lo que he conseguido”. Lo valoran tam- bién patrocinadores como Red Bull, la firma que no dudó en confiar plenamente en ella.
Su camino como pionera de este deporte no ha sido nada fácil, como ella misma reconoce, aunque retos por conseguir no le han faltado. Desde competir con las mayores a revalidar año tras año sus títulos, o emular a los chicos y conseguir realizar unos trucos que a lo largo de esta década han ido evolucionando de forma exponencial, como la competitividad en el circuito. De hecho, tras encadenar ocho mundiales, Gisela vio cómo en el 2012 la polaca Karolina Winkowska consiguió destronarla. “Perder es lo que me faltaba para conseguir una nueva motivación”, explicaba entonces. La consiguió, volvió a luchar por el título y sumó su noveno Mundial sólo un año después, aunque en el 2014 volvió a perder la corona en manos de la brasileña Bruna Kajiya.
“Éste ha sido un año 10, el del décimo título –declaró tras alzar el título del 2015 el pasado diciembre–. Cuando son tan difíciles de conseguir como ahora tienen mucho más valor”. El próximo reto de Pulido debía estar en los Juegos de Río, aunque la polémica que se originó cuando la Federación Internacional de Vela trató de sustituir del programa el windsurf por el kite acabó con el aplazamiento del estreno de este deporte.
“No me gusta que la política se mezcle con el deporte, porque al final los perjudicados somos nosotros y el deporte en sí –reflexiona Gisela sobre ese episodio–. Cuando decidieron quitar al windsurf de las olimpiadas e incluir al kitesurf fue un error. El windsurf merece estar en los Juegos. Creo que lo mejor hubiese sido tener a los dos deportes. En Tokio 2020 será así”. Mientras tanto, el próximo reto de Gisela está en crecer como rider más allá de la competición, algo que espera conseguir con los entrenamientos que realiza con la selección española de gimnasia abriendo un nuevo camino técnico en su deporte, y poner en marcha en Panamá su segunda academia, un proyecto en el que ahora está centrada.
“Este año va a ser mucho más tranquilo para mi. Después de haber conseguido 10 títulos creo que necesito tomar un año de descanso –revela a La Vanguardia–. Voy a competir en algunas pruebas, pero no voy a centrarme en seguir todo el circuito. Necesito dedicar más tiempo a entrenar para subir mi nivel técnico y no tanto para competir. También aprovecharé para pensar en mi futuro. Tengo claro que quiero seguir compitiendo y mientras tenga motivación y las lesiones me respeten, seguiré dando lo mejor de mí. Pero ahora también estoy muy ilusionada con nuestro segundo centro de kitesurf, en Panamá. También estoy estudiando dirección de empresas y es un gran reto compaginarlo todo”. Si alguien puede afrontarlo, desde luego, es ella.