“Bach, mi dios”
El barítono suizo Stephan MacLeod ofrece un concierto y una clase magistral con los alumnos de la tercera edición de la Beca Bach
El reconocido barítono suizo Stephan MacLeod, al que ha podido escucharse en Barcelona junto a Jordi Savall o Philippe Herreweghe, ha sido invitado a la ciudad para impartir una clase magistral en la tercera edición de la Beca Bach que promueve la Fundació ZMB y que finaliza hoy con una actuación con los becados en el recinto modernista de Sant Pau (19 h), cuyas entradas ya están agotadas. Este encuentro formativo forma parte de las actividades organizadas por el organista Daniel Terrida y el director de orquesta Pau Jorquera en torno a Bach, que culminan en verano con el festival Bachcelona, al que acuden músicos de toda Europa para homenajear al músico J.S Bach.
“Con iniciativas como este Bachcelona acercamos al gran músico a una generación que tal vez no lo conoce demasiado bien, cuando se trata de una de las figuras más relevantes en el transcurso de la historia de la música”, considera MacLeod, que se le ilumina la cara al hablar del compositor alemán.
“Vivimos un periodo extraño de la historia de la música en el que las grandes orquestas han dejado de lado tanto el repertorio de la música contemporánea co- mo la del siglo XVIII, lo que ha llevado a que haya una generación entera que no tenga la costumbre de escuchar a Bach”, añade. Y advierte del peligro de “empobrecimiento” del mundo de la música debido a estas orquestas generalistas que dejan de lado re- pertorios históricos. “Festivales como Bachcelona sirven para enseñar al gran público un estilo de música fundamental en nuestra cultura”.
Nacido en Ginebra en 1971, MacLeod ha tocado en los festivales de música antigua más importantes de Europa y ha compartido escenario con figuras históricas como Gustav Leonhardt y Franz Brüggen. Su carrera musical ha estado estrechamente vinculada con Bach, pues ha sido uno de sus grandes referentes: “La calidad estética de su sonido es perfecta e inigualable, llevó la música a un nivel que nadie había alcanzado hasta el momento”.
La influencia del artista no se limita a su carrera musical, sino que le ayudó a superar momentos de dudas trascendentales: “Bach es mi dios. Cuando de adolescente tuve una crisis existencial, recurrí a las melodías de Bach para encontrar paz espiritual y sentido de trascendencia. Me siento profundamente agradecido de haber conocido su música y considero que se trata de la figura más importante de nuestra cultura”.
Ayer MacLeod ofreció una clase magistral en la escuela Esmuc a los ganadores de la edición de este año de la Beca Bach: “Intento no esconderles las dificultades del oficio y trato de impulsarles un espíritu curioso y creativo”. Según él, las nuevas generaciones tienen la ventaja de disponer de una gran variedad de herramientas para poder acceder a todo tipo de información y contenidos musicales. “Las nuevas tecnologías son una ventana abierta para que los más jóvenes absorban todos los estilos musicales y conozcan artistas de todo tipo”.
Por el otro lado, lamenta la falta de iniciativa de muchos jóvenes en el panorama musical, que “necesitan recibir instrucciones para actuar, cuando en la música es fundamental la iniciativa y la confidencia en tus capacidades para componer nuevas obras”.
Al recordar su época de formación, critica el hecho de que muchos profesores cerraban puertas al obligarte a centrarte en un estilo específico, por ello intenta “no catalogar al alumno y darle cierto margen para que conozca sus propios talentos”.
Los becados podrán cantar hoy con él en el recinto modernista de Sant Pau
“Bachcelona enseña al gran público un estilo de música fundamental en nuestra cultura”