Sánchez y Rivera apuran un pacto más allá de la investidura
La reunión a cuatro de las izquierdas acaba sin avances: la cita se reanudará hoy
Mientras los partidos de izquierda (PSOE, Podemos, Compromís e IU) se reunían ayer por primera vez sin grandes avances, Sánchez ya tiene casi listo un pacto con Rivera, que podría ir más allá de la votación de investidura.
Las intensas negociaciones entre PSOE y Ciudadanos en breve podrían cristalizar en un acuerdo que iría mucho más allá de la investidura de Pedro Sánchez la próxima semana. La voluntad de ambos partidos es cerrar cuanto antes un programa de gobierno que combine el impulso de importantes reformas –Constitución, educación, mercado laboral, lucha contra la corrupción…– con el cumplimiento de los compromisos de España con Bruselas para, después, intentar seducir (presionar) a Podemos e Izquierda Unida para que se sumen o se abstengan, e incluso al PP.
El diálogo entre las dos formaciones se aceleró ayer, en una mesa en la que se sentaron el veterano socialista José Enrique Serrano, jefe del equipo negociador del PSOE, y por parte de C’s, Luis Garicano, José Manuel Villegas y Toni Roldán.
Un encuentro que se produjo al mismo tiempo que el PSOE mantenía su primera reunión con Podemos e Izquierda Unida, y que Sánchez y Albert Rivera se reunían en secreto en el Congreso para ver cómo sortear los obstáculos que aún quedan. Principalmente en materia fiscal –C’s aboga por una rebaja del IRPF y de las cargas a los autónomos– y respecto a la ley laboral.
El “doble juego” socialista puso en evidencia que la prioridad de Sánchez es cerrar cuanto antes un pacto con Rivera. Tanto por la buena relación personal que los dirigentes han trabado desde el 27-S como por el aval que tiene Sánchez de sus barones para pactar con C’s.
Uno de los cambios que se han producido en las últimas horas es que Rivera se haya mostrado dispuesto a votar favorablemente la investidura de Sánchez e incluso entrar en su futuro Gobierno –en el que tendrían un peso específico personas independientes– si se visualiza que el pacto entre los dos partidos “es más naranja que rojo”; es decir, que el PSOE acaba asumiendo el programa de reformas de C’s. “Si hay un gran acuerdo, no descarto entrar en el Gobierno”, avanzó ayer Rivera. Si no, los diputados naranja optarían por la abstención.
Las previsiones de acuerdo entre PSOE y C’s contrastan fuertemente con el optimismo con el que los representantes de Podemos, Compromís e Izquierda Unida salieron de la reunión de casi cinco horas que –a iniciativa de IU– mantuvieron con delegados socialistas para intentar pactar un “gobierno de progreso”. Dicho encuentro, centrado en cuestiones programáticas sobre el “qué” bajo compromiso común de dejar para después “el quién” de los sillones, se saldó con palabras de esperanza y la decisión de seguir hoy con una bilateral entre PSOE y Podemos esta tarde y una nueva cita a cuatro después.
El número dos y capitán de Podemos en las conversaciones, Íñigo Errejón, apeló a “las matemáticas” para relativizar el diálogo paralelo entre los líderes de PSOE y C’s, que “no suman” por sí solos para investir a Sánchez. “Fuera de esa mesa no hay acuerdos de gobierno”, dijo Errejón. Y, a la pregunta de si Podemos podría abstenerse ante un acuerdo entre socialista y C’s, añadió que el voto de la formación morada “depende de este carril” de negociación por la banda izquierda. Horas antes, el líder del partido, Pablo Iglesias, lo había dicho con más contundencia: “Voto en contra”.
Por si hubiera duda del optimismo de las formaciones de izquierda después del encuentro con los socialistas, Errejón proclamó que “el inicio ha sido bueno” y “hay mimbres” para el pacto. El secretario político de Podemos hubo de reconocer no obstante que lo único que se había consensuado en la larga reunión a cuatro eran “los ejes” o “prioridades” sobre los cuales fundamentar un acuerdo de gobierno.
Con más de 50 turnos de palabra, la veintena larga de negociadores de la izquierda abordaron sobre todo las temáticas económicas en las que esperan, dijeron, ponerse de acuerdo. Pero un asunto tan importante como el territorial, con la exigencia de un referéndum para Catalunya como posible gran escollo, ni se tocó y quedó para próximas reuniones, según reconoció el jefe de filas de En Comú Podem, Xavier Domènech.
Tanto Joan Baldoví, de Compromís, como el dirigente de IU Alberto Garzón coincidieron también en su “optimismo” tras la reunión. Pero sobre la simultánea negociación
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El portavoz y jefe del equipo negociador del PSOE, Antonio Hernando, insistió en la “transversalidad” necesaria para la investidura. Porque ni con C’s dan los números ni tampoco sólo con Podemos, IU y Compromís. “Porque 161 (los diputados de esas fuerzas) no suman”, dijo Hernando, recordando que no buscarán apoyos independentistas ni nacionalistas. Y admitió que hay “más avances” con Ciudadanos que con Podemos y aliados.
En cuanto al referéndum, el portavoz socialista avisó que el PSOE no lo apoyará “de ninguna manera, ni por activa ni por pasiva”.