Zika y embarazo: muchas preguntas, algunas respuestas
Hay muchas cosas que aún no sabemos sobre esta enfermedad. El embarazo y la posible asociación del zika con anomalías del desarrollo cerebral son motivo de preocupación. La mayoría estamos de acuerdo en que las pruebas que relacionan el zika y la microcefalia son cada vez más consistentes, pero aún no concluyentes. No sabemos el número real de casos de microcefalia que hay en Brasil. Antes de la epidemia de zika, esta estimación era muy baja, demasiado baja para ser creíble. Durante la epidemia, ha aumentado de forma considerable, debido quizás a diferencias en la detección y clasificación de la microcefalia. Hay muchos casos todavía por confirmar como verdaderas microcefalias y hay muchos casos de microcefalia en los que no se ha podido demostrar el papel del virus del Zika. El número real de microcefalias asociadas al zika será menor, sin duda, pero aún no sabemos en qué medida. La afirmación de que el zika está relacionado realmente con la microcefalia no es incompatible con el hecho de considerar que esta asociación se pueda dar en bastantes menos casos de los previstos inicialmente. En Colombia, donde hay muchas embarazadas infectadas, no se han comunicado hasta ahora casos de microcefalia. Es posible que la epidemia en Colombia lleve un cierto “retraso” respecto a Brasil, por lo que esta situación deberá valorarse en los próximos meses. Desgraciadamente, no sabemos responder hoy a la pregunta clave: lo grande o pequeño que es el riesgo, en térmi- nos de frecuencia, de que una mujer embarazada infectada transmita la infección al feto y en cuántos de estos fetos infectados se producirán anomalías. Seguro que no será el 100% ni el 0%. Necesitamos esperar a hacer otros estudios que nos permitan ofrecer una estimación lo más ajustada posible.
Aun admitiendo un exceso de prudencia, el protocolo presentado ofrece un seguimiento razonable y de alto nivel tecnológico a todas las pacientes embarazadas en riesgo en Catalunya. Aparecerá nueva información, seguro, que nos permitirá modificar y ajustar nuestros protocolos. Así son hoy las epidemias.
No sabemos lo grande o lo pequeño que es el riesgo de que una embarazada infectada contagie el virus al feto