Así se combate el mosquito tigre
El combate contra el mosquito tigre se lleva a cabo sobre todo mediante tratamientos biológicos en las zonas susceptibles de acoger las larvas del insecto. “No utilizamos productos químicos; y por tanto las sustancias que empleamos no son perjudiciales para la salud ni para el medio ambiente”, explica Roger Eritja, biólogo codirector del servicio de control de mosquitos del Baix Llobregat. En el 2015, este servicio controló 136.000 imbornales de la vía pública, pues la rejillas de la calle tienen sifones (para evitar que los malos olores suban a la calle) o sistemas de decantación (para retener la arena) donde se crean láminas de aguas que puedan acoger las larvas. Este servicio aplica el producto en forma de gránulos (una bacteria), y cuando la larva los ingiere muere. Su eficacia tiene una duración de unas cinco semanas. Estos equipos también actúan en fuentes o pequeños estanques. Sus responsables recuerdan que los particulares deben vigilar los recintos susceptibles de acoger al mosquito: pequeños recipientes, platos de macetas, cubos, bidones, envases usados o troncos carcomidos con agua en su interior. Este control en zonas particulares es clave para que tenga éxito el combate en los espacios públicos. Eritja afirma que este tipo de tratamientos es eficaz, aunque su éxito sólo se puede medir de manera indirecta. “Los ciudadanos vuelven a quejarse de que el mosquito tigre reaparece justo cuando vamos a volver a repetir los tratamientos”. / A. Cerrillo