Flechas inamovibles
En el regreso de la F-1, Mercedes sigue marcando la pauta y se opone a introducir cambios en el reglamento
Setenta y cuatro días después de que bajara el telón del Mundial 2015, los bólidos volvieron a rugir ayer en Montmeló. Día de vuelta al cole en la F-1, pocas caras nuevas –sólo tres: Palmer, Wehrlein y el probador Celis–, y las miradas de los 350 periodistas acreditados puestas en los nuevos modelos de cada equipo. Ojos pendientes sobre todo del nuevo Mercedes, el W07 Hybrid, que será el enemigo a batir y al que ya señalan como culpable del aburrimiento que se intuye. Por ahí empieza revuelto el circo este 2016, con los dimes y diretes de los partidarios del inmovilismo y los del cambio de régimen. Entre Ha- milton, Vettel y Ecclestone han empezado a caldear el ambiente.
Sin grandes novedades en el reglamento técnico del 2016, las ingenierías este invierno sólo han tenido que afilar los bólidos del 2015. Más que nuevos coches, hay evoluciones. Por eso se augura que las flechas plateadas seguirán marcando la pauta, y Ferrari, que dio un paso de gigante el año pasado, puede estar un poco más cerca y oponer más resistencia, como dejó entrever ayer Sebastian Vettel con un mejor tiempo efectista, para mostrar músculo intimidador a los rivales.
Pero ni se inmutó Mercedes. “No he visto lo que ha hecho Vettel; sólo nos preocupamos de hacer muchos kilómetros para verificar la fiabilidad del coche”, desdeñaba Hamilton, que lideró el cuentakilómetros con 156 giros, como dos GP; una demostración de fortaleza, de que todo sigue igual, además de apuntarse el segundo crono, a 0,4 del alemán.
No es su primer pique del curso. En la víspera, Lewis había replicado al dardo verbal de Seb. “Es muy gracioso, porque Vettel tuvo cuatro años de dominio y yo sólo he tenido dos, así que hasta que llegue a su nivel todavía no habré aburrido a los aficionados tanto como hizo él”, disparaba Hamilton, dispuesto a prolongar su reinado, un tercer trono seguido, así como la hegemonía de la estrella, vencedora de 32 de las 38 carreras de los dos últimos años.
Esa es la gran amenaza que temen los equipos rivales, la FIA y la FOM, el Grupo de Estrategia, que se reúne hoy en Ginebra para discutir posibles cambios en el reglamento del 2017 –parrilla invertida o mezclada, puntos para la pole...– para agitar la F-1. Sin embargo, Mercedes se opone a tocar otra vez las reglas del juego, sobre todo el motor.
Lo dijo de forma taxativa Toto Wolff, jefe de Mercedes, tras desvelar sus pilotos el W07 en un gélido Circuit, a las 8 de la mañana. “Estamos abiertos a cambios, pero con la unidad de potencia somos más conservadores, porque cuando decidieron introducir el motor V6 híbri- do estaba claro que se necesitaría un presupuesto de desarrollo considerable. Así que ahora necesitamos estabilidad para proteger esa inversión. En el chasis y la aerodinámica damos la bienvenida a nuevos retos mientras tengan sentido”; es decir: el motor híbrido, ni tocarlo.
Para Wolff, “ahora hay muchas historias positivas en la F-1”, aunque sin incidencia en los resultados. Cita, por ejemplo, el regreso de Renault (se quedó con Lotus), la llegada de Haas (10.º Grosjean, a 3,4s del Ferrari), un nuevo GP en Bakú... Incluso podría haber citado el progreso de McLaren, un grande que quiere resucitar.
Para los de Woking, el estreno del curso fue, por lo menos, prometedor. Claro que el listón lo tenían muy bajo. Button completó 84 giros con el MP4-31, más en un día que los cuatro primeros ensayos del 2015 en Jerez (79), y marcó el 6.º crono. Aun así, Éric Boullier era cauto: “El debut del coche no es lo bastante bueno. Hemos mejorado, pero aún no sabemos cuánto”. Más sufrió Carlos Sainz (7.º, 55 vueltas). “Es un milagro estar aquí, un reto heroico, porque el motor Ferrari llegó tardísimo”. Hoy se estrena Alonso.
VET TE L, EFECTISTA
El Ferrari SF16-H buscó intimidar con el mejor crono, pero estuvo una hora parado por avería
EL PROGRESO DE MCLAREN
En su primer día el MP431 completó 84 vueltas, más que el MP4-30 en los 4 días en Jerez en el 2015