El exceso de capacidad de China amenaza la economía mundial
La Cámara de Comercio de la UE en Pekín alerta del impacto destructivo
La Cámara de Comercio de la UE activó ayer las alarmas sobre el peligro que supone el exceso de la capacidad industrial de China para la economía global. Alerta de que la situación ha empeorado en los últimos años, puede impedir el éxito de las reformas del gigante asiático y desestabilizar la economía mundial.
En un informe presentado en Pekín, la agrupación empresarial europea en China puso de relieve el agravamiento de la sobrecapacidad productiva del gigante asiático en los últimos siete años. Situación ocasionada por la caída de sus exportaciones y las medidas de estímulo que impulsó Pekín para evitar el impacto de la crisis financiera internacional del 2008. Factores que han creado una expansión de la capacidad industrial desconectada de la demanda real del mercado.
El estudio, que abarca los siete últimos años, indica que la magnitud del problema es tan grande que se necesitarán varios años para resolverlo. La industria del acero, por ejemplo, produce más que los otros cuatro principales países productores (Japón, India, EE.UU. y Rusia) juntos. Y en tan sólo dos años, China ha producido más cemento que EE.UU. en el siglo XX.
El caso del acero y de la industria cementera son sólo dos ejemplos de una situación que se extiende a otros sectores como el del aluminio o el de los productos químicos. Industrias en las que el informe pone de relieve que la tasa de utilización de las fábricas ha caído en picado y es incluso más baja que antes de que estallara la crisis del 2008. Situación que impulsó a Wuttke a señalar que “el paisaje industrial es cada vez más ineficiente” y que “la lucha contra la sobrecapacidad es más urgente que nunca”, según una nota de la organización empresarial.
La Cámara de Comercio de la UE reconoce que Pekín lleva años intentando frenar los excesos de producción, pero son en vano. “El sistema engendra la sobrecapacidad”, dijo Wuttke. Las administraciones locales y pro- vinciales, preocupadas por el impacto en el empleo de los planes de fusión que propone el Gobierno, facilitan recursos y créditos a las industrias para que mantengan la producción. Inversiones de dudosa rentabilidad y que lastran la economía china
El exceso de oferta que supone esta dinámica ha impulsado a China a inundar los mercados exteriores, aun a costa de desestabilizarlos. “El impacto en el extranjero ya se percibe”, dijo ayer Wuttke, quien añadió que “las exportaciones chinas provocan cambios en los mercados locales o casos de dumping, sobre todo en el caso del acero, ya que las exportaciones de China a Europa crecieron un 50% el año pasado”.
Una situación que ha desembocado ya en que el acero europeo se manifestara la semana pasada en Bruselas y la Comisión Europea decidiera aplicar medidas antidumping temporales a varios productos del acero chino.
Wuttke advierte además que la situación se agrava con el paso del tiempo, debido a que las necesidades de los países implicados son “más bien pequeñas para absorber un porcentaje significativo de los excesos de la producción china” y que desde el 2008, “las cosas han ido a peor”.
Para paliar esta situación, la Cámara de Comercio de la UE propone en su informe 30 medidas a Pekín para corregir la sobrecapacidad de su industria. Iniciativas que van desde recortar la financiación pública a las empresas afectadas hasta una reforma fiscal, pasando por la aplicación estricta de las leyes medioambientales y de un duro ajuste laboral. “No puedes cambiar una situación como esta sin causar desempleo”, sentenció Wuttke.
En tan sólo dos años el gigante asiático ha fabricado más cemento que EE.UU. en todo el siglo XX