Kuriyama compra Tipsa, fabricante de mangueras, por 30 millones
La empresa, con fábricas en el Penedès y Argentina, pasa a manos japonesas
La empresa japonesa Kuriyama Holdings Corporation ha comprado el fabricante de mangueras industriales Técnicas e Ingeniería de Protección (Tipsa), con sede Sant Joan Despí, por algo más de 30 millones de euros, según confirmaron ayer fuentes financieras. La operación se cerró a mediados del pasado año, pero no había trascendido hasta ahora. Según consta en el Registro Mercantil, la compañía catalana está ahora presidida por Thomas Hanyok, director de Kuriyama en Estados Unidos.
Tipsa fue fundada en los años cincuenta bajo el nombre de J. Ribó Batlle para dedicarse a la manufactura de mangueras textiles para extinción de incendios. En los últimos sesenta años, la compañía fue creciendo hasta convertirse en un referente internacional en la fabricación de todo tipo de mangueras industriales para bomberos, instalaciones de riego, fracking, obra pública, trasvase de productos alimenticios y minería, entre muchos otros. Dispone de una fábrica en Guardiola de Font-rubí (Penedès) y otra en Argentina, además de filiales en Estados Unidos y Australia y decenas de
distribuidores en el exterior. La empresa era muy rentable y estaba madura para una venta. En el 2014, el último año en el que están depositadas las cuentas, Tipsa facturó 37,3 millones –el 80% de ellos, en el exterior– y obtuvo un resultado bruto de explotación de 7,5 millones. El resultado neto fue de 5,4 millones. Tipsa y Kuriyama tenían relaciones comerciales desde hacía años. Empezaron a negociar una compraventa en el 2014 y la operación se cerró el año pasado, justo antes del verano.
Para Kuriyama, con sede en Osaka (Japón) y cerca de 700 trabajadores en plantilla, Tipsa constituía una buena oportunidad para apuntalar su división de mangueras y desembarcar tanto en Europa como en Latinoamérica. El grupo japonés se dedica a la fabricación de todo tipo de materiales para la construcción, entre los que destacan el caucho y el hule para instalaciones deportivas. Tipsa complementa bien su negocio. La transacción apenas ha alterado el ritmo de trabajo de la compañía catalana, que ha mantenido sus más de cien puestos de trabajo. Ahora, de la mano de la multinacional japonesa, Tipsa tratará de afianzar su posición y conquistar nuevos mercados.
Tipsa, fundada en los cincuenta, facturó más de 37 millones en el 2014, con un beneficio bruto de 7,5 millones