Sánchez suma a Rivera sin dejar el diálogo con Podemos
Acuerdo entre PSOE y C’s para una reforma exprés de la Constitución Iglesias recuerda que no salen los números y pide elegir: o él o el PP Ciudadanos mantiene la puerta abierta a la gran coalición
“Cuando hay voluntad de cambio, hay voluntad de acuerdo”, celebró ayer a media tarde Pedro Sánchez al escenificar la aceptación de la demanda de una reforma exprés de la Constitución, acotada a cinco puntos, que Albert Rivera había lanzado a media mañana para cerrar un acuerdo de investidura y de legislatura.
Un acuerdo que formaliza una mayoría (130 diputados) de “centro reformista”, negociado contra reloj las últimas semanas y cuyos últimos flecos se cerraron ayer por la mañana. PSOE y Ciudadanos ahora explorarán a izquierda (Podemos) y a derecha (PP) un voto favorable o la abstención en la investidura de Sánchez. Los 130 votos afirmativos del PSOE y de C’s podrían llegar a ser 143 si se añadieran los del PNV, Compromís, Izquierda Unida y Coalición Canaria.
Con el pacto maduro, el aspirante socialista a la Moncloa y el presidente de C’s se reunieron el lunes por la noche en el Congreso para acordar el procedimiento que se plasmará en un acuerdo que hoy tienen previsto ratificar las ejecutivas de ambos partidos. Las dos a la misma hora: las 9 de la mañana. Además, la ejecutiva del PSOE convocará ya la consulta a los 197.000 militantes socialistas para el próximo sábado.
Al tiempo que Sánchez y Rivera sellan su alianza, el PSOE mantiene la negociación con Podemos –y el resto de los partidos que necesita para la investidura–, mientras que C’s abrió ayer una mesa de negociación para intentar enganchar al PP. No hay que olvidar que ninguna reforma de la Constitución, aunque sea por la vía rápida y simple como la propuesta y acordada entre C’s y el PSOE, es posible sin el concurso del PP, que mantiene su mayoría absoluta en el Senado.
La escenificación de la entente estuvo milimetrada, se cuidaron hasta el extremo las formas y el tempo. Primero compareció en el Congreso ante los medios Rivera para pedir un “ultimo esfuerzo” al PSOE y poner como condición sine qua non que Sánchez aceptara una reforma constitucional exprés con cinco ejes: la supresión de los aforamientos y los “privilegios judiciales” de los cargos electos que sean imputados por casos de corrupción; pasar de las 500.000 firmas actuales a 250.000 las necesarias para im- pulsar una iniciativa legislativa popular; la despolitización de la justicia con un nuevo mecanismo de elección de representantes del Tribunal Constitucional, el CGPJ y otros órganos; la supresión de las diputaciones provinciales; limitar a ocho años el mandato del presidente del Gobierno.
“Decimos sí”, respondió Sánchez a la reforma exprés que reclamó Rivera y que sellaría un acuerdo de legislatura entre el PSOE y C’s. “Si esas son las peticiones que tienen Ciudadanos y Albert Rivera, que no quepa duda: habrá acuerdo”, subrayó. Y asumió todos los compromisos.
“Iniciaremos –añadió– la supresión de las diputaciones, para crear un nuevo ente que serán los consejos provinciales de alcaldes,
El acuerdo se fraguó la madrugada del lunes y ayer se cuidó con detalle su escenificación
Las ejecutivas de PSOE y C’s ratificarán hoy el acuerdo; la militancia socialista vota el sábado
que garanticen la igualdad de los españoles, vivan donde vivan, porque para nosotros también es fundamental que aquellos vecinos que vivan en municipios de menos
de 20.000 habitantes tengan garantizado el suministro de servicios esenciales, como el agua y la electricidad”.
“Diremos sí a la supresión de las diputaciones provinciales”, insistió Sánchez. Este era, precisamente, el punto en el que el PSOE podía discrepar de las propuestas de C’s. En el 2011, Alfredo Pérez Rubalcaba intentó llevar a su programa electoral la supresión de estos organismos. Pero la fuerte oposición interna que encontró en el PSOE obligó a matizar la propuesta y a apostar sólo por la “modernización” de estas instituciones.
El equipo de Sánchez, no obstante, quiso evitar ningún incendio en el PSOE –que ahora preside 18 diputaciones provinciales–, al asegurar que se trata de una “re- forma” ya debatida en el partido. “Se trata de suprimir la burocracia y mantener los servicios”, argumentaron. Y recordaron que fue una propuesta de Rubalcaba, también defendida en su día por Felipe González.
“Y también diremos sí –zanjó Sánchez– a una reforma constitucional para acabar con los aforamientos de diputados y senadores, no sólo en el Congreso y el Senado, sino también en todos y cada uno de los parlamentos autonómicos”. “Si hay voluntad de cambio, hay voluntad de acuerdo –insistió el líder socialista–. Si estas son las propuestas que permiten culminar un acuerdo entre el PSOE y C’s, decimos que sí, que no les queda duda a los españoles de que va- mos a abrir un nuevo tiempo en la política española, presidido por el diálogo, el acuerdo y las políticas progresistas y reformistas”.
Sánchez dio por hecho el acuerdo con C’s: “Albert Rivera ha dicho claramente que esas eran sus últimas propuestas, hacer una reforma constitucional exprés para poder llegar a un acuerdo de investidura y de legislatura”. Y reiteró su apuesta por “sumar al cambio a todas las fuerzas políticas que quieran abrir un nuevo tiempo político en nuestro país, presidido por un gobierno progresista y reformista”. “Vamos a decir sí a esa reforma constitucional que imprima un nuevo carácter de regeneración democrática a nuestra vida política”, defendió.
Para Sánchez se trata de “un momento histórico de la vida política española”. “Estamos –destacó el líder del PSOE– a las puertas de que dos partidos con vocación nacional, de centroizquierda y de centroderecha, podamos llegar a entendernos. Y simplemente esa vocación de regeneración y de impulsar políticas progresistas y reformistas es una buena base para liderar el cambio que necesita la política española”.
Ciudadanos incluyó la supresión de las diputaciones en su propuesta definitiva
La dirección del PSOE intenta evitar el ruido interno y apuesta por “suprimir burocracia”