La máquina imperfecta
El asturiano desmiente que vaya a dejar la F-1 y cree poder ganar a Mercedes en el 2017
Fernando Alonso se muestra fiel a la escudería McLaren-Honda pese a las dudas, aireadas en la prensa británica, sobre su futuro en la fórmula 1 al comprobar que tampoco esta vez su bólido parece competitivo.
Con cara de estoicismo, de quien se ve llegar lo inevitable, Fernando Alonso tenía la respuesta preparada a la pregunta del día: si iba a dejar McLaren-Honda e incluso a retirarse de la F-1 antes de comenzar la temporada si no le convencía el MP4-31 que ayer estrenó en el Circuit de Barcelona-Catalunya, como publicaba The Times. “Estoy sorprendido de la noticia, son rumores, una tendencia peligrosa cuando no hay actividad en la pista”. Vale, sí, es lo normal en la F-1, pero ¿y? El asturiano, sin la acritud, la ironía o la contundencia de otras ocasiones, zanjó la especulación: “No me he planteado nunca dejar este proyecto de McLaren-Honda; estoy contento de estar aquí”.
Fue el tema del día en Montmeló. Las redes ardían desde primera hora de la mañana. La bola cada vez se hacía más gorda. Según The Times, un medio habitualmente fiable, Alonso estaba “al filo de dejar la F-1”. El rotativo inglés lanzaba la suposición, en condicional, de que el asturiano “podría decidir su futuro en la F-1 en las 9 horas” de su primer entrenamiento con el MP431, en función del juicio que realizase del nuevo bólido del 2016: si el coche no era suficientemente bueno, Alonso “podría dejar McLaren y la F-1”. Alimentaba esta idea en la consabida exigencia de Alonso de disponer de un monoplaza competitivo después de un 2015 para olvi- dar. “Alonso ha exigido una mejora profunda en el rendimiento del coche para convencerse de quedarse”, decía The Times, recordando que todavía le quedan dos años de contrato, a razón de 25 millones de libras cada uno (unos 32 millones de euros); un sueldo global de 96 millones que le convierte en el piloto mejor pagado de la parrilla.
Para Alonso no dejaba de ser un “rumor” que desmentía expresando su satisfacción –comedida– con el nuevo coche que le produce “más esperanzas porque se puede desarrollar”, a diferencia del bólido del 2015. Pero sobre todo sacudió las dudas jurando fidelidad a un proyecto en el que cree a medio plazo. “En el 2105 era un proyecto inmaduro, este año hemos dado un paso importante, que espero que sea aún más importante en el 2017 para poder ganar a Mercedes. Creo que sólo McLaren-Honda puede desbancarlos”, aseguraba.
Del nuevo bólido, con el que rodó 119 giros en su primer día –lejos de los 6 que dio en su estreno en el 2015 con un MP4-30 que “era frustrante”–, Alonso destacaba que había “mejorado en fiabilidad. Lógicamente, el paso adelante es enorme respecto al año pasado, pero no era muy difícil porque hicimos una pretemporada desastrosa y un campeonato muy pobre”, admitía.
Honda destituye a su jefe
Al segundo día de tests, Honda anunció la destitución de su máximo responsable de F-1, Yasuhisa Arai, al final de mes. Le sustituirá Yusuke Hasegawa, que ya había tenido experiencia en la F-1 con BAR y con Jordan. Sobre Arai habían recaído las críticas por el deficiente rendimiento del propulsor Honda, uno de los principales motivos del fiasco del MP4-30. McLaren fue la penúltima escudería del Mundial (27 puntos); Alonso, 17.º, sumó 11.