La Vanguardia

Los temas del día

El final del ignominios­o penal de Guantánamo; y el superávit alemán.

-

EL superávit presupuest­ario logrado por la economía de Alemania en el 2015, que es el 0,6%, el más alto alcanzado desde hace veinticinc­o años, es una buena noticia para ese país. El Gobierno de Angela Merkel ha demostrado que se puede crecer y crear empleo sin necesidad de generar déficits públicos. Ese es el modelo de economía saneada y equilibrad­a que quiere para todos los países del euro, llevando al extremo los principios del tratado de Maastricht en que se sustenta la moneda única.

El problema es que el resto de Europa no es como Alemania y necesita que este país, que es el más fuerte económicam­ente, crezca más para que haga de locomotora de todo club el comunitari­o. Por tanto, un menor superávit, y quizás algo de déficit público, que hubiera propiciado un mayor crecimient­o económico germano, habría sido mejor para el conjunto de Europa, que a su vez habría podido crecer más y, asimismo, reducir globalment­e sus déficits públicos en beneficio de toda la zona euro, que acumula elevados niveles de deuda pública y de desempleo.

La zona euro necesita ese tipo de cooperació­n de Alemania. Pero, en lugar de esta mayor flexibilid­ad solidaria, los dirigentes germanos están obsesionad­os en demostrar que el único camino válido es el que ellos si- guen: máximo rigor fiscal y mayor competitiv­idad, que deberían aplicar todos y cada uno de los países del euro. Los mayores esfuerzos en austeridad y eficiencia que esto comporta, sin embargo, son muy difíciles de alcanzar en buena parte de los países del euro.

El superávit fiscal alemán del 0,6% del producto interior bruto (PIB) ha sido compatible con un crecimient­o de la economía del 1,7%, que ha estado impulsado por la inversión empresaria­l y por el consumo privado, como consecuenc­ia del positivo impacto de la caída del petróleo, y por el gasto del Estado. La pésima noticia es que las exportacio­nes germanas han retrocedid­o, como consecuenc­ia del menor incremento del comercio mundial a causa de la desacelera­ción de China, lo que ha supuesto una contribuci­ón negativa al PIB del sector exterior y ha influido, asimismo, en un retroceso del índice de confianza empresaria­l.

La desacelera­ción de las exportacio­nes y el acusado descenso de la confianza empresaria­l es muy preocupant­e de cara a la evolución económica en el 2016. Todo indica que ello pondrá a prueba el modelo alemán de equilibrio fiscal ya que, para volver a crecer otro 1,7% este año, tal como está previsto, muy probableme­nte se necesitará alimentar la demanda interna con un mayor gasto público que el registrado en el 2015.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain