Vila plantea un aumento presupuestario del 23,6%
La Conselleria de Cultura pasaría de 241 a 298 millones
Empezó citando el “sapere aude” de Kant (“¡atrévete a pensar!”) y se atrevió a pedir un aumento presupuestario del 23,6 %. Santi Vila desgranó los ejes de su programa a la comisión de Cultura. Y el Parlament (no sólo los portavoces socialista, de Ciutadans y de Catalunya Sí que es Pot, sino también Teresa Vallverdú, de Junts pel Sí y miembro del mismo partido que Junqueras), fue ayer un clamor en demanda de más recursos para salvar la cultura y las instituciones culturales que, como dijo Gemma Lienas, “están al borde de la inanición”, después de años de recortes y “política del do nothing”. “Muy pocos creadores pueden vivir de su creatividad”, señaló. El conseller, consciente de la profunda herida que se ha ido produciendo en los últimos años en la cultura catalana, alternó declaraciones genéricas con acciones concretas y argumentos para convencer a quienes tienen la llave de la caja de que la cultura “es un servicio básico” como la sanidad, o la enseñanza. En el 2010 el presupuesto fue de 345 millones. Ahora, es de 241. Vila pidió recuperar la mitad de lo perdido, un aumento de 57 millones y pasar a 298, lo que representa el 1% del presupuesto de la Generalitat. “La última vez que Cultura pasó del 1% fue con Maragall. Los países nórdicos dedican 100 euros por habitante; Catalunya, 32”.
Al sector editorial le prometió un aumento del 20% en las adquisiciones de libros por parte de las bibliote- ca públicas. En el 2010 eran 1,7 millones y ahora, 1 millón. El sector pedía volver a las cifras de hace seis años.
Hubo más anuncios. Santi Vila prometió restablecer el Fons d’Art de la Generalitat. Dedicará 500.000 euros a la compra de obras de arte contemporánea, de los que 300.000 se gastarían el primer año. También ha pedido a su equipo que estudie si se promueve un gran evento internacional de arte (¿de nuevo la idea de una feria?), cómo dar una ampliación física al MNAC para “tapar el agujero negro de la segunda mitad del arte del siglo XX”, revisar los museos Arqueològic de Tarragona y la exposición permanente del Museu d’Història y dar pasos hacia el Museu d’Arquitectura, una compañía nacional de danza y la eternamente pospuesta Biblioteca Provincial de Barcelona.
Una novedad de alcance es el giro hacia el Mediterráneo del Institut Ramon Llull, de la mano de Manuel Forcano, un experto en lenguas semíticas y Próximo Oriente. Lo que no regenerará será el CoNCA, al que mantendrá con la poda de atribuciones a la que le sometió su antecesor.
Durante la sesión, Vila enunció un ideario que, dijo, está animado por los valores republicanos, un racionalismo liberal en sentido machadiano y “un nuevo soberanismo que no bebe del nacionalismo, ni del romanticismo ni del historicismo excluyente”... La “diversidad –dijo– es nuestra fuerza” y se comprometió a potenciar el uso del catalán, a valorar el castellano y a que la población domine el inglés. La cultura catalana –insistió– no sólo es la que se expresa en catalán: “Vila-Matas es catalanísimo”.