El Bayern se deja empatar
El Juventus iguala dos goles de desventaja y consigue llegar vivo a Munich
Dos estilos contrapuestos se dieron cita en Turín y ninguno de los dos acabó por imponerse. El 2-2 final dejó más satisfecho al Juventus porque por momentos se vio fuera de los cuartos e igualar dos goles de desventaja al Bayern con más coraje que fútbol es para estar orgulloso. El Bayern, que empezó muy bien, al final acusó sus bajas en defensa. Se le hizo largo el partido y ahora tendrá que volver a ganar una eliminatoria que ya tenía en el bolsillo. Eso duele.
La lectura del partido fue simple. Desde el pitido inicial el Bayern le quitó el balón al equipo de Allegri y fue a por el gol con todo. Encerró al Juventus en su área y fue desgranando ocasiones. La victoria tardó en concretarse porque el cuadro bávaro no estuvo fino en el remate, pero al final el gol cayó a dos minutos del descanso en un centro de Douglas Costa mal despejado por la defensa italiana y un remate ajustado de Müller, quien antes había fallado la ocasión más clara.
En el primer tiempo no importó que el Bayern se presentara con una defensa improvisada. Con Alaba de central y Arturo Vidal presto a echar una mano. El Juventus no tuvo peso en el juego ofensivo. Mandzukic tuvo una buena ocasión al poco de empezar y ya no hubo nada más. La línea medular italiana, con Khedira y Pogba, reculó tanto que fueron meros pivotes defensivos. El Juventus se aplicó toda la primera parte a un ejercicio defensivo angustioso.
Pase a pase, bien movido el juego por Thiago, el Bayern alternó el ataque de una banda a otra. Douglas Costa y Robben abrieron mucho el campo y los centros al área de Buffon se multiplicaron hasta que llegó el gol en el tramo final de la primera parte, cuando el equipo de Allegri suspiraba por el descanso.
La segunda parte comenzó igual aunque Hernanes sustituyó a Marchisio para tratar de frenar al Bayern algo más lejos de su área. El Bayern enseguida encontró el segundo gol en la típica jugada de la que ha vivido Arjen Robben toda la vida. El holandés se llevó el balón en un costado y se fue abriendo hacia el centro hasta encontrar ángulo bueno para fulminar a Buffon.
Si el 0-2 parecía haber matado el partido, cuando está el Juventus por en medio conviene no precipitarse en las conclusiones. Falló Kimmich, el centrocampista reconvertido ayer en central, y apareció por primera vez Dybala para sacar a relucir que con muy poco te hace un lío. El 1-2 convirtió al Juventus en un volcán. Cuadrado tuvo en sus botas el empate, pero Neuer lo desbarató. El empate llegaría en un centro de Morata y un remate de Sturaro. Hay partido en Munich.