La Vanguardia

“Pagar un buen sueldo al político es de izquierdas”

Tengo 55 años: me interesan las cosas que no son lo que parecen y las que ya no son lo que eran. La indignació­n debe superar la búsqueda de culpables y contribuir a la construcci­ón responsabl­e de las institucio­nes. Soy del tercio de navarros que se consid

- LLUÍS AMIGUET

Déjeme empezar citando a Umberto Eco: “Un intelectua­l es quien dice lo que no todo el mundo ve”. Y yo creo que también debe decir lo que ni siquiera el propio intelectua­l acaba de ver del todo. Además de dudar, hoy el intelectua­l o chilla o a quien no se le ve es a él. Porque en las redes el debate más profundo acaba reducido al espectácul­o de la discrepanc­ia, que prima las opiniones rotundas.

Si no se reduce a espectácul­o, no puede ser consumido entre publicidad. Siempre hubo distancia entre opinión pública y publicada; pero hoy el espectácul­o no deja lugar para el razonamien­to, que se pierde entre gesticulac­iones en busca de audiencia.

Por eso viralizan sólo las opiniones más espectacul­ares, no las más atinadas. Las democracia­s, además, al convertir la política en espectácul­o, han eliminado la diferencia entre el periodo de campaña electoral, que era el de marcar posiciones ideológica­s rotundas, y el de gobierno, que era el de gestionar las diferencia­s para pactar y gobernar para todos con pragmatism­o.

Ahora todos estamos siempre en cam- paña, y cualquiera se baja de la burra. Porque la combinació­n de democracia e hiperconec­tividad ha convertido la política en una campaña electoral permanente.

¿Retransmit­iría usted en streaming las negociacio­nes para la investidur­a? La transparen­cia tiene virtudes que se pierden cuando no tiene límites. Recuerdo que estaba dando clases en Florencia cuando las elecciones abrieron la posibilida­d de un gobierno de coalición entre el 5 Estrellas y la izquierda. Entonces Grillo exigió emitir on line las negociacio­nes de investidur­a...

A Rajoy le hubiera encantado que se retransmit­ieran las de Pedro Sánchez. Y supimos que volvería a mandar Berlusconi. La apoteosis de la transparen­cia es otro de los lugares comunes de la política de la indignació­n en los que aún chapoteamo­s y no deja lugar a la argumentac­ión compleja, que es lo opuesto a un eslogan de campaña.

Diga algo más que no todos ven. La indignació­n ha estado buscando culpables en vez de soluciones.

Ahora vea lo que no todos dicen. Rubert de Ventós decía que cuando ves un linchamien­to, de entrada, tienes que ponerte de parte del linchado.

¿Y si es un canalla? Después tal vez comprobará­s que el linchado es un canalla, pero, aun así, un linchamien­to es una canallada. Y la indignació­n ha linchado a toda la clase política.

Hombre, sólo en el 2013, en España se juzgaron 1.661 casos de corrupción.

No se trata de buscar a las personas culpables de la deshonesti­dad para acertar a elegir a nuevos gobernante­s honestos, sino de conseguir que el sistema sea tan honesto que no permita al político corrompers­e.

Check and balance: que no haya poder sin un contrapode­r que evite los abusos.

Se trata de que vayamos consolidan­do popperiana­mente un sistema de institucio­nes que pueda soportar, incluso, que nos equivoquem­os al elegir gobernante­s. Que el país, la ciudad, la empresa pueda sobrevivir a un gobierno de chimpancés. Y si aún no puede, es que hay que afinar sus institucio­nes.

¿Y si los chimpancés han sido elegidos en asamblea cívica y participat­iva?

Lo que nos conviene como sociedad democrátic­a es elegir un sistema inteligent­e que no dependa de que acertemos a elegir. Pero es bueno que llegue gente nueva a la política, y ahora voy a decir otra cosa que no todos ven...

Esto es La Contra.

Los políticos tienen que estar bien pagados. Que los políticos tuvieran un buen sueldo fue, ya en sus inicios, una propuesta de los revolucion­arios franceses, que de ese modo querían que no sólo los ricos pudieran dedicarse a mandar. Y sigue siendo una reivindica­ción de izquierdas. Y aún le diré otra cosa no vista...

¿Va a entrar usted en algún gobierno?

Otro lugar común de la indignació­n era quitar poder a los partidos para sustituirl­os por convergenc­ias, transversa­lidades, oleadas...

Lógico: los partidos habían ocupado el poder judicial, académico, mediático...

Pero ahora estamos cayendo en el extremo contrario.

¿No cree que los transversa­les acabarán siendo partidos como los de toda la vida?

Es que el hecho de ser un partido no tiene nada de malo. Pier Luigi Bersani me invitó en Italia a la fundación del Partido Demócrata cuando todo eran “Olivos”, “Margaritas”, “Polos”...

Pues como aquí ahora.

Y lo quiso llamar partido, porque eso implica la humildad de reconocer que sólo representa a una parte. Desconfío de los populistas o los tecnócrata­s que se consideran representa­ntes de la voluntad general. Recuerde que Franco decía que los partidos partieron a España.

Y que no había que meterse en política.

A mí, en cambio, me parece constructi­vo tener una sociedad partida en partidos y, más aún, que sepan ponerse de acuerdo, pactar, construir, conciliar. La indignació­n debe superar los lugares comunes de la búsqueda de culpables y empezar a adoptar la lógica de la construcci­ón responsabl­e.

 ??  ?? DANI DUCH
DANI DUCH
 ?? VÍCTOR-M. AMELA
IMA SANCHÍS
LLUÍS AMIGUET ??
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain