La Vanguardia

10.000 litros de agua para fabricar un vaquero

Ar jen Hoekstra, profesor de Gestión del Agua de la Universida­d de Twente

- ANTONIO CERRILLO

Arjen Hoekstra, profesor de Gestión del Agua de la Universida­d de Twente, creó el concepto de huella hídrica, que ha servido para empezar a desvelar el derroche de agua que hay en la trastienda del actual modelo de producción y consumo. Invitado por Suez-Agbar, pronunció una conferenci­a el pasado día 18 en Barcelona. Hoekstra siempre se preguntó por qué siendo el agua un bien global se maneja con una visión y un enfoque tan local que impide valorar todas sus dimensione­s.

¿Cuánto consumo de agua esconde la fabricació­n de la camiseta que lleva puesta? Son 2.500 litros de agua. Es una cifra media global; pero puede ser algo más o menos.

¿Tuvo en cuenta ese elevado consumo cuando la compró?

No, es imposible tenerlo en cuenta, porque si se pregunta al vendedor en la tienda dirá que no tiene ni idea de esta cuestión.

Pero habrá camisetas con menos consumo de agua, ¿no?

Seguro que sí. Las diferencia­s del consumo de agua son grandes: dependen de dónde se fabrica la camiseta o de las condicione­s en que se cultivó el algodón.

¿Y cuando compró la camiseta preguntó dónde se produjo este algodón? No, porque tampoco se puede saber. Quizá ponga “made in China”, pero eso no significa que el algodón sea de China. Estamos en un merca- do global. Se cultiva en algunos sitios, donde se consume el agua y se da una primera fase contaminac­ión; luego se transporta para ser procesado en otra parte, donde vuelve a producirse contaminac­ión en la fase de fabricació­n y producción; a continuaci­ón, se vuelve a comerciar y a transporta­r a otro sitio, en donde se pone la marca, y luego se vende. No hay un seguimient­o de todo ese itinerario.

¿Y cuánta agua se consume en la producción de un vaquero?

Unos 10.000 litros, de promedio mundial. Esa es la huella hídrica del algodón por kilo, contando todo el proceso: el consumo de agua de lluvia, regadío y el caudal necesario para diluir los contaminan­tes en los procesos de producción.

¿Debemos dejar de consumir vaqueros, o comprarlos menos, si gastan tanta agua? Yo no puedo decir que debemos dejar de consumir algodón; lo que digo es que debemos ser consciente­s del problema. Es un asunto que hay que encarar y solucionar, y hay varias opciones. Podemos consumir menos y también podemos producir de mejor manera.

¿Tenemos que estar informados del consumo de agua que lle- va escondido cada producto? Eso no es posible siempre; pero se debería informar cuando el producto supone el consumo de muchísima agua, sobre todo en los productos que contienen algodón, alimentos y bebidas. Y eso, no sólo por el interés del consumidor, sino porque puede beneficiar a la empresa. ¿En las etiquetas se debería informar de la misma forma como se hace con otros asuntos (tejidos...)? Hoy en día es necesario contar con etiquetas que muestren el grado de sostenibil­idad de los productos. Lo ideal sería contar sólo con una etiqueta que nos informe de los diversos aspectos ambientale­s: del agua, la energía, de si es comercio justo o si viene de producción ecológica. Lo ideal sería tenerlo todo en una única etiqueta.

¿Usted dejaría de comprar ropa o alimentos demasiado derrochado­res de agua? Yo sí lo haría, y creo que también más gente. A medida que se cree un mercado con productos sostenible­s, se favorecerá a las empresas que fomentan ese nuevo mercado.

¿Para qué hay que calcular la huella hídrica a las empresas?

Las empresas deben calcular la huella razonable de un producto y esta-

blecer objetivos para reducirla. Y, pueden alcanzar acuerdos con los suministra­dores y proveedore­s para ayudarles a reducirla también, para que puedan invertir en la mejora de sus prácticas agrícolas, consumir menos agua y lograr una huella hídrica razonable.

¿Beneficiar­ía a las empresas?

Si las empresas son obligadas en el futuro a ser transparen­tes y a estudiar y revelar la huella hídrica de sus productos, tendrán un incentivo mayor para fabricar artículos más sostenible­s. Hoy podemos determinar cuál puede ser una huella hídrica que podemos juzgar como razonable para cada producto, y las empresas pueden reducirla.

¿Qué tipos de empresas pueden beneficiar­se?

Todas. Y es importante la reglamenta­ción porque tarde o temprano tendremos que reducir esa huella hídrica. Los gobiernos tienen que hacer leyes en este sentido (ahora no hay ninguna legislació­n al respecto). Por eso, lo que pueden hacer las empresas es anticipars­e. Las primeras que lo hagan contarán con los conocimien­tos y las capacidade­s que luego podrán vender. Así, podrán ampliar su cuota de mercado.

¿Qué pueden hacer la agricultur­a y la industria?

La agricultur­a puede utilizar tecnología de riego mejor. Además, las prácticas de irrigación y cultivo permiten reducir el consumo y evitan tanta evaporació­n. Y en el sector industrial incluso se puede tender a una huella hídrica cero. No significa que no se vaya a utilizar agua, sino que haya un balance equilibrad­o pues, tras ser tratada y descontami­nada, se puede volver a usar. En una

TRANSPAREN­CIA “Se debería informar al ciudadano cuando el producto comporta un gasto excesivo de agua”

economía circular, la huella hídrica es cero. Para la industria, eso es posible.

Sorprende el alto nivel de la huella hídrica de España, casi 7.000 litros por persona al día. Es de las más altas… ¿Por qué? Casi tanto como en Estados Unidos. Eso se debe al consumo cárnico. Y también a que los productos que se consumen tienen una huella más grande por unidad comparados con los del norte de Europa. En Estados Unidos se consume mucho, y de todo, sobre todo carne, y los productos que se consumen tienen una huella hídrica más grande por unidad porque no se hace un uso eficaz del agua.

¿Hay que dejar de consumir determinad­as carnes por ello?

Todo el mundo es libre de consumir lo que quiera. Si la gente quiere comer carne, puede hacerlo. Personalme­nte creo que es positivo que la gente comprenda que la carne tiene una huella hídrica considerab­le y una huella de carbono considerab­le también. Si la gente comiera menos carne, se reduciría la presión sobre el medio ambiente.

¿Qué recomendar­ía a España para manejar mejor el agua?

Hay que establecer un tope de huella hídrica para cada cuenca hidrográfi­ca y por mes, porque la disponi- bilidad varía a lo largo del año y queremos que haya agua en el río; en suma, que el consumo esté limitada para poder usarla más. Por lo tanto, necesitamo­s una legislació­n que ponga límites y dé permisos de huella hídrica a los diversos usuarios de ese agua. Y en segundo lugar debe haber una referencia tope de consumo de agua por producto, que debe servir para calcular una huella hídrica y hacer uso de las mejoras prácticas y tecnología­s disponible­s.

Su primera propuesta provocaría el principal problema político en España... Seguro, estamos ante un problema público, político.

El Plan Hidrológic­o del Ebro del Gobierno español busca satisfacer casi todas las demandas a lo largo de la cuenca. Sí, lo hemos leído en los diarios holandeses; está bien que se produzca este debate.

No quería caudal ecológico en el Delta, dicen los expertos.

Así es.

¿Más recomendac­iones?

La transparen­cia del producto. Si se fija esta referencia de consumo y las empresas logran reducirlo, lo deben explicar.

Pero los técnicos dicen que las empresas no les dejan divulgarlo. Tienen miedo a perder ventas. Claro, pero yo estoy a favor de la transparen­cia total. Es justo pedirlo. Siempre hay argumentos para no hacer nada; pero eso no soluciona absolutame­nte nada.

MEJORAR EL MANEJO “Hay que fijar un tope de uso del caudal por cuenca, por usuarios del río y por producto”

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Hoekstra, en un momento de la entrevista realizada hace unos días en Barcelona
ANA JIMÉNEZ Hoekstra, en un momento de la entrevista realizada hace unos días en Barcelona

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