Más ópera y más estrellas en el Liceu 2016-2017
La apuesta por el repertorio más popular convive con montajes muy innovadores
La flauta mágica, Las bodas de Fígaro, Rigoletto, Don Giovanni, Il Trovatore, El holandés errante... Los tiempos mandan. Y hoy, los experimentos, mejor con gaseosa. Tras superar una grave crisis, en el Liceu prefieren ir sobre seguro y su próxima temporada, que presentaron ayer, avanza en el terreno de la recuperación –en tres años pasan de 102 a 124 funciones– pero pisando suelo conocido con un buen ramillete de greatest hits –habrá tres óperas de Mozart y tres de Verdi– para buscar al gran público, que también intentan atraer con un vídeo provocador que parece una película apocalíptica en la que se avisa de que para no contagiarse de algo peligroso no se debe entrar al Liceu o estarán perdidos para siempre.
Por supuesto, junto a los grandes éxitos en la nueva temporada del coliseo de La Rambla no faltarán obras menos conocidas bien vestidas por grandes voces, como la Thaïs de Massenet a cargo de Plácido Domingo en versión concierto. Y tampoco faltarán las apuestas más actuales, comenzando por el espectacular Quartett de Luca Francesconi dirigido por Àlex Ollé, de La Fura dels Baus. Un montaje que, gracias a decenas de cables, transcurre en una habitación suspendida a varios metros de altura en medio de la inmensa caja escénica. Impactante será también el Don Giovanni high-tech de Kasper Holten, director de la Royal Opera House, con proyecciones en 3D que reflejan la psique del protagonista.
Ciertamente, las novedades presentadas ayer por la directora artística del Liceu, Christina Scheppelmann, junto al director musical del teatro, Josep Pons, el director general del Liceu, Roger Guasch, y el presidente de la Fundació del Gran Teatre, Joaquim Molins, son muchas más. Desde que Piotr Beczala encabezará el reparto del Werther de Massenet, a que otro ovacionado tenor, el mexicano Javier Camarena, debutará en el papel de duque de Mantua en el Rigoletto de Verdi. También, que el próximo curso se podrá ver la última ópera dirigida por el gigante del cine y el teatro Patrice Chéreau, muerto antes del estreno en Aix-en-Provence de su montaje de la Elektra de Strauss, una obra que Scheppelmann recomendó para que los jóvenes entren a la ópera por su estética y temática: es breve, tiene mucho ruido y es muy violenta. Además, Jordi Savall recuperará una ópera barroca y muy exótica de Vivaldi, el Teuzzone, y Josep Pons dirigirá una versión concierto de una selección de La viuda alegre de Franz Léhar con la soprano Angela Denoke.
Otro rostro muy popular subirá también a las tablas del Liceu: la almodovariana Bibiana Fernández actuará en la reposición de La fille du régiment, donde dará vida a la duquesa de Crakentorp. Porque reposiciones habrá unas cuantas: además de La fille –que también contará con Camarena–, la temporada comenzará en septiembre con La flauta mágica de la Komische Oper berlinesa que cierra este curso. Y también se verán Las bodas de Figaro de Mozart que Lluís Pasqual montó con éxito hace unos años. Y se aprovechará la escenografía de Il Trovatore que montó Gilbert Deflo en unas funciones que esta vez dirigirá Joan Anton Rechi.
Todo en una temporada que se abrirá oficialmente el 7 de octubre con el elegante Macbeth de Verdi de Christof Loy –con Martina Serafin– y en la que Christina Scheppelmann cuenta que ha querido apostar en papeles medianos y pequeños por voces españolas, ya que, recuerda, aquí no hay teatros de repertorio para que los profesionales crezcan.
En danza, el Liceu acogerá el Ballet Nacional Sodre de Uruguay dirigido por Julio Bocca con Coppélia, y también el Ballet Preljocaj. Habrá recitales de Sondra Radvanovsky, Joyce DiDonato, Gregory Kunde, Simon Keenlyside y Dmitri Hvorostovsky. Y la Orquesta del Liceu estrenará la última sinfonía de Guinjoan, Fiat lux, en el Palau.
El director general, Roger
Plácido Domingo cantará ‘Thaïs’, Piotr Beczala ‘Werther’ y Javier Camarena debuta en ‘Rigoletto’
Guasch, explicó que el presupuesto del próximo año es de 43,3 millones con un leve déficit de 0,3. Se congratuló de que en el Liceu por fin se hable de cuestiones artísticas y no de crisis y explicó que trabajan para que las administraciones públicas cumplan sus compromisos. El Ministerio de Cultura debería aportar el 45% de las subvenciones y pone el 36,87%. Además, anunció que un turno popular se transforma en uno de iniciación a la ópera con descuentos para jóvenes de hasta el 50% y del 30% para los mayores. Joaquim Molins concluyó que tiene la sensación de que ahora los responsables del Liceu “somos más amos de lo que hacemos que hace dos años, condicionados por una situación que nos sobrepasaba”.