“Debemos defender con más firmeza el modelo de sociedad”
Francesc Sánchez, responsable de organización de CD C
AFrancesc Sánchez (Sant Boi de Llobregat, 1971) Artur Mas le ha encomendado la dirección del proceso de refundación de CDC que tiene que desembocar en el congreso de los días 3, 4 y 5 de junio. Tarea que el actual número dos del partido, licenciado en Derecho y máster en Resolución de Conflictos –hecho que no debe ser ajeno al encargo–, afronta con discreción. Hoy, justamente, se inicia el proceso participativo interno – Torn obert–, con una encuesta de noventa preguntas a militantes y simpatizantes, para decidir cómo tiene que ser la nueva CDC.
¿Qué término define mejor el proceso que abre CDC?
Queremos repensarnos: si ahora Convergència no existiera, pensar qué tendríamos que hacer para crear una Convergència del siglo XXI.
¿Se trata de hacer borrón y cuenta nueva?
Se trata de repensarlo todo, pero también de conservar lo mejor de la historia de Convergència.
¿Y qué es lo mejor?
Somos un partido con una musculatura territorial muy importante, renovada, joven, y tenemos que ver cómo conseguimos que esta capacidad del territorio de conectar con la gente se traslade también al talante general del partido.
¿Piensan en algún modelo de partido en concreto?
Lo primordial es no abandonar la esencia de lo que queremos ser, un partido de centro amplio. Lo que no seremos es una cosa diferente de la gente que queremos representar.
Si en los últimos tiempos CDC no hubiera perdido tantos apoyos electorales, ¿ahora se estaría planteando la refundación? No es tanto los apoyos que hemos perdido como saber ver cómo ha cambiado la sociedad y qué nos pide la gente: una forma de hacer diferente, mucho más abierta y transparente. Después de cuarenta años, es bueno que Convergència haga un
reset para ver los vicios acumulados y para hacer limpieza en lo que se tenga que hacer.
Una voluntad a la que no debe de ser ajena la necesidad de librarse de las sospechas de corrupción que afectan a CDC. Quiere decir cambiar la manera de hacer las cosas. Estamos muy convencidos de que la actuación de Convergència como partido ha sido correcta desde el punto de vista legal. Lo que pasa es que ahora la gente no sólo nos pide que cumplamos la legalidad, sino que vayamos más allá, y por eso hemos decidido, a pe- sar de no estar obligados, que nuestra fundación deje de recibir donaciones de empresas. Esto es cambiar la manera de hacer.
La sombra de la corrupción pesa...
Más que la corrupción real, la imagen que se ha dado, la de un partido que ha tenido muchos casos de corrupción, cuando en realidad tenemos muy pocos y algunos muy mediáticos, exagerados por parte de instancias del Estado, que han intentado hacer ver las cosas de manera muy sesgada.
¿La imagen de corrupción ha quemado el nombre de CDC?
No. Cómo se tiene que llamar el nuevo movimiento político anunciado por Artur Mas también está a debate, y no es tan importante cómo nos llamamos, sino lo que queremos representar. Y esto quizás necesita caras nuevas de dentro del partido, pero también gente nueva de otros ambientes políticos, y entre todos decidiremos cuál es el mejor nombre. Nosotros en ningún caso descartamos que esté el nombre de Convergència ni que no esté.
Junto a la refundación de CDC, Artur Mas ha planteado también la creación de una plataforma para ampliar el espacio soberanista. ¿Son iniciativas compatibles? La idea no es que haya dos cosas diferentes. Son dos procesos para aproximarnos a la posibilidad de que sea un solo movimiento común.
La plataforma recuerda la idea de la casa gran del catalanisme.
Entonces lo que hacíamos era incorporar a gente a algo que ya funcionaba y ahora lo que intentamos es repensar, desde dentro y fuera del partido, cómo definimos un nuevo espacio de centro en Catalunya que sea referente en cómo ampliamos la base del soberanismo, cómo conseguimos en el futuro un partido de centro amplio con el que mucha gente se sienta cómodo, y cómo integramos a una parte de la población que ahora se siente huérfana de representación política.
Uno de los ámbitos sometidos a revisión es el ideológico. ¿Quiere decir que no se sienten cómodos con la indefinición actual y hace falta una definición más clara? En los últimos tiempos hemos estado muy preocupados por el proceso hacia la independencia y hemos dejado un poco de lado la defensa del posicionamiento ideológico del partido con más firmeza. Y lo que queremos ahora es poner también el acento en qué modelo de sociedad representamos. No somos lo mismo que otras fuerzas que también son independentistas, porque pensamos diametralmente diferente en muchos aspectos sociales.
¿Una necesidad de repensarse ideológicamente derivada en parte de los recelos que ha suscitado el pacto con la CUP? No, viene de antes del pacto por la investidura. Tenemos que plantear también a la gente cuál es nuestro modelo de sociedad para el nuevo Estado que queremos construir. Representamos a una parte importante de la población, que entendemos que es mayoritaria, y queremos que en la futura Constitución catalana se sienta muy bien reflejada y que la nueva Constitución no salga sesgada ni hacia un lado ni hacia otro. Nosotros, aparte de independentistas, somos un partido de centro, y queremos ponerlo en valor.
Hay dirigentes de CDC que entienden que la centralidad quiere decir definirse como soberanista en sentido amplio y no exclusivamente como independentista. El nombre no hace la cosa. Todos tenemos claro qué hacemos, y todos estamos de acuerdo también en que para construir un Estado nos falta todavía un poco de grosor. Por tanto, tenemos que intentar convencer a los indecisos, y creo que Convergència tiene muchas herramientas para hacerlo, porque es un partido que en sus orígenes no era independentista, sino que ha llegado a ello por pragmatismo, después de intentarlo todo y de constatar que el Estado español ha dejado de querer ser el Estado de los catalanes.
Cuando aún no se sabe el modelo de dirección de la nueva CDC, ¿le sorprende que algunos ya se postulen para dirigirla? No, es la muestra de que el partido tiene mucha gente válida.
¿Teme una lucha interna por el control del partido? Somos un partido maduro como para saber cómo se tienen que hacer las cosas. Lo importante es que los militantes se sientan cómodos cuando toque elegir a los cargos.
¿Se elegirán con primarias? Son un buen método, pero no el único para que la gente nos visualice como un partido más transparente.
¿Primarias también para elegir a Artur Mas? Artur Mas tendrá derecho a presentarse allí donde crea conveniente. Y ningún cargo será elegido a dedo.
DEBATE INTERNO “Nos hemos preocupado mucho del proceso y hemos dejado de lado la posición ideológica”
VOCACIÓN PRAGMÁTICA “Aspiramos a ser una fuerza de centro amplio que represente a la mayoría de población”
EQUIPO DE DIRECCIÓN “¿Primarias para elegir a Mas allí donde se presente? Ningún cargo será elegido a dedo”