La Vanguardia

¿Blasfemia?

- Laura Freixas

Lo digo en serio y con toda la buena voluntad: no entiendo la que se ha armado con Mare nostra, el poema de Dolors Miquel leído en el acto de entrega de los premios Ciutat de Barcelona. Que si el obispo de Terrassa lo ha calificado de “blasfemo”; que si Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamien­to, abandonó el Saló de Cent y ahora reclama dimisiones; que si la Asociación Española de Abogados Cristianos ha denunciado a la autora; que si un columnista de Protestant­e Digital ha escrito que “piezas literarias como esta forman parte del lenguaje del odio” y que “esa agresivida­d verbal es el paso previo a la agresión física”… ¡Madre mía! (nunca mejor dicho).

Busco en el diccionari­o de la Real Academia la palabra blasfemia; significa: “Pa- labra o expresión injuriosas contra alguien o algo sagrado”. ¿Qué tienen de injuriosos los versos “sigui santificat el vostre cony / l’epidural, la llevadora / vingui a nosaltres el vostre crit / el vostre amor, la vostra força”? Yo no veo en ellos más que amor y respeto hacia la figura de la madre. Me dirán que lo blasfemo es tomar como modelo el padrenuest­ro; pero para que haya blasfemia tiene que haber injuria, e insisto: ¿dónde está? No son versos burlones, ni soeces (la palabra coño no se usa aquí como insulto, al contrario: se rehabilita), que ridiculice­n el texto original…

Sospecho, francament­e, que lo que se les ha indigestad­o a algunos es la propuesta de sentar a una Madre en ese trono de lo “sagrado” que hasta ahora se reservaba al Padre. Repasemos el bonito relato que nos contaron en el catecismo: Dios quiere te- ner un hijo; para eso necesita a una mujer y recurre a María, pero no la trata como a una igual. Si María fuera igual que Dios –si fuera propiament­e una diosa, como lo son Juno o Kali–, tendría la misma capacidad de Yahvé de castigar, de hacer el mal. En vez de eso, María es una mujer asexuada, sin deseos propios ni poder alguno, que actúa sólo para secundar el designio de otro: su frase estelar en la Biblia es “Hágase en mí según Tu voluntad”. Es madre portadora, no engendrado­ra: en el relato bíblico no son dos, sino una sola “semillita” (como todavía hoy se les cuenta a los niños, en flagrante contradicc­ión con la biología), lo que Papá-Dios planta en mamá-Tierra; el Hijo es sólo de él…

¡Pues vaya modelo de madre nos ofrece el cristianis­mo! Yo prefiero el de Dolors Miquel.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain