Los servicios mínimos del metro atenúan el colapso
El tráfico rodado fue el habitual de cualquier otro día de MWC, a pesar del paro del suburbano, que rindió al 65% en hora punta
Barcelona vivió ayer su segunda huelga de metro en tres días. La del lunes complicó más el funcionamiento de la ciudad, mientras que la de ayer tuvo mucho menos impacto. La explicación de tal fenómeno radica en que durante el paro de ayer los servicios mínimos eran mayores que lo decretados para el lunes. Se pasó del 50% de los convoyes de una jornada ordinaria en hora punta al 65%.
El tráfico fue el habitual de cualquier otro día de celebración del Mobile World Congress –el Ayuntamiento tiene mucha estadística ya al respecto–, a pesar de que el número de usuarios del metro fuera, por ejemplo, durante la mañana, un 34% inferior al habitual. Ello tuvo muy poco impacto en la movilidad a diferencia de lo ocurrido el lunes, en que se produjeron importantes retenciones, especialmente en las rondas.
Mientras que para los sindicatos convocantes los servicios mínimos ampliados por la Generalitat ponen en riesgo el derecho de huelga de los trabajadores, desde una parte de la oposición política se señala que la intervención de Treball ha permitido atenuar el colapso de la ciudad y, con ello, la situación comprometida en que ha podido quedar el gobierno municipal. “Cuando un alcalde entra en la negociación de un conflicto laboral es para avanzar. Sin embargo, su injerencia ha supuesto la radicalización del problema”, dijo ayer el concejal Santiago Alonso, del grupo de Ciutadans, al referirse al papel de Ada Colau en lo concerniente a la huelga. “Ha confiado en el buen rollito con los sindicatos como garantía para parar la huelga de transporte”, comentó el presidente del grupo popular, Alberto Fernández, a propósito de Colau.
También desde Convergència se ha hecho un análisis de la situación abierta durante esta crisis laboral. “Al final, la Generalitat, con los servicios mínimos, y el propio Mobile, con sus vehículos lanzadera, han venido al rescate de Colau”, proclamó ayer el concejal convergente, Joaquim Forn.
Precisamente, los asistentes al MWC recibieron un correo electrónico de madrugada en el que les informaban de que los servicios mínimos del metro habían aumentado. “Por lo tanto, animamos a utilizar tanto la línea 9 como Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) para llegar hasta Fira Gran Via”, decía el comunicado de la organización. Pese a ello, los organizadores mantuvieron el plan de contingencia con autobuses privados que recogían a los congresistas en quince puntos de la ciudad y los trasladaban directamente hasta el congreso. La circulación para llegar hasta el recinto ferial fue mucho más fluida que el lunes.
Por la tarde, diversas movilizaciones de protesta, como las convocadas por la plataforma Stop Pujades y los vecinos de la Marina de la Zona Franca, complicaron la salida de los congresistas con cortes en los accesos al metro y en Ferrocarrils.