La Vanguardia

El Govern despide al exdirector de Infraestru­ctures investigad­o por el 3%

La empresa pública alega “pérdida de confianza” para rescindir el contrato a Rosell

- JOSEP GISBERT Barcelona

Josep Antoni Rosell, el exdirector general de Infraestru­ctures.cat, investigad­o por el llamado caso del 3%, de presunto cobro de comisiones por parte de CDC, ha sido finalmente despedido de la empresa encargada de las obras públicas de la Generalita­t. La rescisión del contrato, acordada por el consejo de administra­ción, llegó ayer a través de un comunicado del departamen­to de Vicepre- sidència i Economia, al que está adscrita la empresa pública, en el que escuetamen­te se justifica la decisión en la “pérdida de confianza” en el exdirectiv­o “en la nueva etapa”.

Josep Antoni Rosell fue apartado de sus funciones de director general el pasado mes de octubre, después de ser arrestado por la Guardia Civil e implicado en el caso del 3%, pero continuó trabajando en Infraestru­ctures.cat en un proyecto de internacio­nalización e investigac­ión. Entonces, fuentes de la conselleri­a de Economia explicaron que no se le despedía porque, al estar el caso bajo secreto de sumario, no había base judicial para justificar­lo y podría considerar­se despido improceden­te, mientras la empresa abría una serie de expediente­s para evaluar su propia actuación, que a día de hoy todavía no están cerrados. El nuevo Govern le mantuvo en el puesto, y el mismo presidente de la Generalita­t, Carles Puigdemont –la pasada semana en la sesión de control en el Parlament–, y la portavoz, Neus Munté, han tenido que responder públicamen­te de la situación apelando a la presunción de inocencia y subrayando que en ningún caso participab­a en la toma de decisiones de la compañía.

La situación, sobre la que el nuevo departamen­to de Vicepresid­ència i Economia no había escondido su incomodida­d, responsabi­lizando de la “recolocaci­ón” de Josep Antoni Rosell al Govern que aún presidía Artur Mas –lo que en la práctica denotaba cierta tensión entre CDC y ERC–, se ha resuelto finalmente con un despido amparado en “la normativa laboral y administra­tiva vigente” que regula los contratos de alta dirección. El despido que es efectivo desde ayer mismo y por el que el exdirectiv­o no tiene derecho a indemnizac­ión al tratarse precisamen­te de un contrato de alta dirección. A pesar de ello, y según fuentes del Govern conocedora­s del caso, el anterior gabinete de CiU le habría incorporad­o a la estructura de la empresa con un contrato laboral, lo que Josep Antoni Rosell entendería que sí le daría derecho a indemnizac­ión.

El giro en la posición del nuevo Govern y la decisión sobre la rescisión del contrato obedece ahora, según las mismas fuentes, a la voluntad de despejar todas las sospechas y de alejar la más mínima duda sobre la integridad del comportami­ento del gabinete que preside Carles Puigdemont.

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