Del otro lado del horror
La habitación
Director: Lenny Abrahamson
Intérpretes: Brie Larson, Jacob Tremblay, Joan Allen
Producción: Irlanda, 2015. Room. 118 m. Drama
El horror está ahí, agazapado. El horror que espera a quien indaga en el caso (real) de Amanda Berry, Gina De Jesus y Michelle Knight, secuestradas durante una decena de años en Cleveland (Ohio). Berry salió de la pesadilla en el 2013 con una hija de seis años en los brazos. El horror, también real, de la austriaca Elizabetz Fritzl, secuestrada por su propio padre durante décadas. Un espanto indescriptible, efectivamente, que está en el punto de partida de La habitación.
Historia de ficción que podría ser real –basta referirse a los precedentes–, La habitación cuenta la estremecedora historia de Joy en manos de Brie Larson, candidata al Oscar, como la película toda. La habitación parte del encierro, es cierto. Pero Lenny Abrahamson, su director, es capaz de convertirlo en otra cosa. De trascender el horror para conseguir algo más grande que la mera crónica de la desesperación. De esta manera te deja lejos de la sensación de degradación que, como espectador del sufrimiento ajeno, dejaría la historia en otras manos.
La habitación resulta una estremecedora fábula de tenacidad: la reafirmación de la vida en medio de las circunstancias más angustiosas. Joy no está sola en su cautiverio. Tiene a Jack con ella, el hijo que ha nacido de ese mismo horror. Ambos conviven en esa habitación de 3,5 metros por 3,5 metros en la que Jack ha estado encerrado toda su existencia. La historia empieza cuando Jack cumple cinco años. Gracias a la voluntad de la madre, esos años de Jack han transcurrido en una peculiar normalidad. Como la novela en que se basa ( La habitación, de Emma Donoghue), está narrada desde los ojos curiosos de Jack y eso llena de maravilla el relato. Maravilla de esa habitación que es prisión para la madre, sin duda, pero para Jack es su hogar. Todo su universo. No conoce otra cosa.
Pequeño salvaje a la manera de Truffaut, su existencia frena la desesperación de la madre y, de paso, la nuestra. Y mientras Jack descubre el mundo, asistimos a una historia jamás contada: historia de amor, vida y empeño que parte del horror más exacerbado. ¿Les he dicho que Jacob, el crío que interpreta a Jack, está de Oscar? Una injusticia que no sea ni siquiera candidato.