La consulta de Sánchez a las bases topa con Andalucía
La militancia del PSOE vota hoy el pacto de su líder con Ciudadanos Susana Díaz no ve mal el acuerdo, pero evita movilizar a los suyos
La federación andaluza del PSOE ha acogido con desgana la consulta interna que hoy está convocada para ratificar o no el acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, pese a que Susana Díaz no ve con malos ojos una alianza con Ciudadanos. Esa apatía apunta a una elevada abstención de la militancia.
“Votar sí a este acuerdo significa un sí al cambio y un no a Rajoy, ¡eso es lo que tenemos que votar!”, clamó ayer Pedro Sánchez. Quiso así “espolear la participación” –según su equipo–, de la militancia socialista que está convocada hoy para ratificar, en definitiva, el liderazgo del secretario general del PSOE.
Son 189.167 militantes, en concreto, los llamados a participar en la consulta en la que Sánchez busca un refrendo al acuerdo de gobierno que selló el miércoles con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y a otros posibles pactos que podría sumar.
El horno, no obstante, no está para muchos bollos entre una militan-
PRESIÓN CONTRA PODEMOS Sánchez aprieta a Iglesias: “Son tan de izquierdas... que son capaces de votar al PP” “La gente está perpleja, pero nadie irá contra el secretario general”, admite un crítico Sólo el 66% de la militancia votó en las primarias, con el PSOE “muy movilizado”
SIN VOTO DE CASTIGO
TEMOR ALA ABSTENCIÓN
cia donde, según admiten destacados dirigentes, hay cierta sensación de “perplejidad” por el contenido del acuerdo sellado con C’s que, al tiempo, levantó de la mesa negociadora al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y a las otras formaciones de izquierdas imprescindibles para su investidura, IU y Compromís.
El desconcierto que puede haber en la militancia socialista tampoco es de extrañar, habida cuenta de que, según subrayó ayer Sánchez, “es un acuerdo de izquierdas”. Pero Albert Rivera, en cambio, presume de que el 80% del documento pactado lleva el sello inconfundible de C’s y es perfectamente compatible con el PP. Mariano Rajoy, en cambio, no quiere saber nada de ese documento porque “deroga” toda su labor de Gobierno y lo tacha de ser 100% socialista. Pablo Iglesias, por su parte, lo considera totalmente “incompatible” con sus postulados de izquierdas.
Por todo ello, Sánchez y la plana mayor del PSOE se pusieron las pilas y protagonizaron ayer multitud de actos por toda España para aclarar las virtudes del pacto con C’s. El propio aspirante socialista a la Moncloa, en una asamblea con militantes en Alcalá de Henares, defendió que es “un acuerdo de izquierdas, un acuerdo progresista”.
“Quien vote no el 2 de marzo, vo-
tará no al ingreso mínimo vital de los 750.000 hogares, no a una ley de igualdad salarial entre hombres y mujeres, no a la supresión de los copagos en la sanidad, no a la paralización de la Lomce...”, enumeró. “A lo único que votará sí –zanjó- es a la continuidad de Rajoy como presidente”. Y volvió a dirigir toda la artillería contra Iglesias: “Algunos nos dan lecciones de izquierdas. Son
tan de izquierdas, tan de izquierdas –ironizó–, que son capaces de votar en contra de un candidato socialista para que siga gobernando el PP”.
El líder del PSOE explicó que la simple suma de los partidos de izquierda no es suficiente para su investidura. “Dijimos que queríamos liderar un cambio progresista y reformista, pero a los que nos dicen que tenemos que constituir un go-
bierno de izquierdas, les digo que el bloque de izquierdas, desgraciadamente, no suma una mayoría. Son 161 diputados. El bloque de derechas es mayor. Por tanto, la única opción que podíamos tener para ganar desde la izquierda es intentar un acuerdo con C’s, o hacer descansar la gobernabilidad de España en partidos que quieren romper España, ERC y DL. Así que nuestra op-
ción fue clara”. “Ahora Rajoy e Iglesias –reprochó– coinciden y dicen que esta investidura está llamada al fracaso, porque no suma. ¡No han entendido nada, porque este acuerdo sí suma!”. En concreto, suma 130 diputados: los del PSOE y C’s... que ya son más que los 123 del PP.
En el PSOE, no obstante, hay “mucho mar de fondo”, admiten algunos dirigentes. Por el contenido del acuerdo con C’s, y no sólo por el conato de “supresión” de las diputaciones. Y es que, frente a la estrategia de intentar “acorralar” ahora a Podemos, algunos dirigentes temen si no será el PSOE el que quede acorralado por su pacto con C’s que les cierra las puertas de la izquierda al haber asumido las componendas y cesiones, aunque sólo sean dialécticas, del acuerdo con un partido que para muchos socialistas es “la marca blanca del PP”.
En el equipo de Sánchez subrayan que el líder del PSOE “cumple con su palabra” y, en una consulta “sin precedentes”, asume “un ejercicio de rendición de cuentas ante la militancia”. No se prevé un voto de castigo: “El acuerdo ya está firmado. Y nadie va a ir contra el secretario general –apunta un dirigente crítico–, pero la gente está perpleja”. El gran temor es que haya una alta abstención que cuestione su empeño por llegar a la Moncloa. “Es sábado, y hace mal tiempo”, asumen. Y recuerdan que en la consulta donde la militancia eligió a Sánchez como nuevo líder, en julio del 2014, apenas votó el 66% de los entonces 189.167 militantes censados. “Y estaban todos los aparatos territoriales muy movilizados”, recuerdan, ya que se trataba de elegir al nuevo jefe. Hoy, el censo se ha reducido en 8.000 militantes. Y muchos aparatos del PSOE no están, precisamente, motivados.