El suizo Infantino ya controla la FIFA
El candidato europeo sucede a Blatter al frente del fútbol mundial al vencer al jeque Bin Ibrahim
El suizo Gianni Infantino tiene la mano rota de conducir sorteos de la Champions. Su reluciente calva solía ser sinónimo de que los aficionados al fútbol estaban expectantes por saber la suerte de sus equipos. Y ayer su victoria en las elecciones de la FIFA fue como una eliminatoria de la Liga de Campeones. En el partido de ida, léase primer ronda de votaciones, logró una pequeña ventaja y en el de vuelta, es decir la segunda ronda, se movió bien entre bambalinas para acelerar y obtener un triunfo claro sobre su principal rival, el jeque de Bahréin Salman bin Ibrahim. Se levantó, se llevó la mano al pecho y asistió emocionado a la ovación de los asistentes. Después se fundió en un abrazo deportivo con Bin Ibrahim y dedicó unas palabras a los representantes de la FIFA.
“Hemos de conseguir recuperar la confianza en la FIFA, el respeto hacia la FIFA y la credibilidad de esta institución. Todos juntos restableceremos su imagen. Hemos pasado momentos tristes, momentos de crisis pero esos tiempos se han terminado ya. El fútbol tiene que volver a tomar el protagonismo. Necesitamos implementar las reformas y mostrar transparencia”, dijo el vencedor a los delegados presentes en el congreso.
Infantino se convirtió así en el sucesor de su compatriota Joseph Blatter y resultó elegido hasta el 2019. Fueron los comicios en la FIFA más emocionantes desde 1974, cuando el eterno João Havelange se hizo con el poder. Por primera vez desde entonces hubo que ir a una segunda votación porque en la inicial ninguno de los cuatro candidatos (el sudafricano Tokyo Sexwale se retiró justo antes de empezar la recogida de votos) consiguió los dos tercios de apoyos necesarios para cantar victoria. 88 votos para Infantino, 85 para Bin Ibrahim, 27 para Bin Al Husein y 7 para el francés Jérôme Champagne. El partido estaba muy apretado e Infantino supo sumar, además del grueso de los 53 votos de Europa y los 10 de Sudamérica, muchos apoyos de otras confederaciones, como África o Asia. En la segunda votación la mayoría de votos de Bin Al Husein y de Champagne fueron a parar a las arcas de Infantino.
Rostro amable y simpático, antigua mano derecha de Michel Platini en la UEFA, al que ayer le dio las gracias, el suizo se enfrenta a un reto de dificultades ciclópeas, el de restaurar la credibilidad de la FIFA, hecha añicos por casos de corrupción, tráfico de
influencias o directamente delincuencia. Una institución destrozada por los abusos de poder y con el antiguo presidente, Joseph Blatter, suspendido de cualquier actividad futbolística.
Para marcar el inicio de una nueva era, los 207 delegados de la FIFA aprobaron ayer por amplia mayoría (179 votos a favor) un paquete de reformas que han de permitir un mínimo de transparencia en el organismo rector del fútbol mundial. Así se limita a un máximo de 12 años el tiempo en que un presidente puede ocupar la poltrona, el comité ejecutivo se transformará en un consejo que pasará de 24 a 36 miembros, con una cuota mínima de 6 mujeres, el secretario general ampliará sus funciones y los sueldos del presidente, los miembros del consejo y del secretario general se publicarán anualmente.
Todo con el objetivo de levantarse del barro y tratar de minimizar los daños económicos que se le vienen encima. En el ciclo 2015-2018, la FIFA prevé pérdidas por valor de 503 millones.
Una de las apuestas de Infantino es la de ampliar el número de participantes en el Mundial de 32 países a 40, una aspiración que cuenta con la oposición de la asociación de clubs europeos (ECA), que ya pidió ayer al nuevo presidente que ni se le ocurra poner en práctica esa medida para no saturar todavía más el calendario. La partida de Infantino sólo ha hecho que empezar.
EMOCIÓN INICIAL Por primera vez desde 1974 hubo que ir a una segunda votación para determinar el vencedor