El PP, a robar votos
Los populares intentan recuperar los votos perdidos a manos de Ciudadanos aprovechando el pacto con el PSOE.
Al PP casi le bastaría con recurrir a la manida frase de “ya os lo había dicho”, pero la oportunidad que les ha puesto en bandeja el acuerdo que Albert Rivera ha firmado con Pedro Sánchez, es demasiado preciosa para no hurgar más en la herida y dibujar, pensando ya en unas nuevas elecciones, a un líder de C’s del que no se puede fiar uno, y más proclive a pactar con la izquierda que con el PP, además de un líder de un partido en el que la coherencia no es lo primordial.
A esto, y al malestar existente en el PP, y más en Rajoy, por el doble juego que ha practicado el líder de Ciudadanos, se debe los reproches que desde el jueves le viene dedicando el PP a Rivera. “Me reúno con él cuantas veces quiera pero que no me tome el pelo”, o sus alusiones a la “evolución ideológica fulgurante”, son algunas de las perlas que le ha dedicado Rajoy en las últimas 48 horas.
La propia carta de respuesta de Rajoy a la misiva que le había remitido Albert Rivera, para pedirle una reunión antes del día 5, para que se sumara al acuerdo con el PSOE, es en sí misma un cúmulo de reproches, empezando por su alusión de que siendo continuas las conversaciones entre ambos le parece superflua la carta, y siguiendo por el hecho de que de hablar de la investidura de Pedro Sánchez en los términos de “Espero que comprendas que no vaya a apoyar a tu candidato”, dejando claro, de este modo, que Ciudadanos se ha echado en brazos de los socialistas.
Por eso también le hace ver a Rivera, que está siendo utilizado por Sánchez, que en realidad lo que busca es el apoyo de Podemos, aunque haya firmado un acuerdo con él, porque este no sirve para nada. “Espero que –si Podemos no acaba sumando su apoyo al tuyo para investir a Pedro Sánchez–, podamos trabajar juntos en ese amplio Gobierno de coalición que te propuse tres días después de las elecciones y que te pareció muy razonable”.
Con ello, Mariano Rajoy quiere poner en evidencia la falta de coherencia del presidente de Ciudadanos, que es capaz de firmar el pacto con el PSOE que supone derogar buena parte de lo hecho por el PP, y sin embargo le dice a él que la propuesta de cinco pactos que le trasladó el 12 de febrero, la califique de “interesante”.
De ahí que el PP y el Gobierno estén tan interesados en identificar el acuerdo firmado por Rivera, con la izquierda. “Para mí no es un acuerdo constitucionalista, sino socialista, difícil de digerir”, dijo ayer la vicepresidenta del Gobierno sobre la posibilidad de que ese pacto pueda servir de base para unas futuras negociaciones del PP, una vez fracasado Sánchez, con Ciudadanos e incluso el PSOE.
Una posibilidad que no existe, según la vicepresidenta, porque el PP no puede aceptar que se deroguen las políticas que ha llevado a cabo el Gobierno de Rajoy y que “han colocado a España en la senda de la recuperación”.
Y por eso desgranó las partes del acuerdo que van en contra de lo que propone el PP, y lo que ha hecho en el Gobierno, la subida de impuestos a las sociedades, recuperar el impuesto de sucesiones, la derogación de la política energética, la eliminación del mínimo exento a la hora de contratar, la derogación de gran parte de la reforma laboral y de la conocida como ley mordaza, y otros aspectos, como la eliminación de las diputaciones por la que el PP no va a pasar.
No sólo por considerar que no es verdad que duplique competencias, que si se haría con las mancomunidades y comarcas, sino porque “es una vieja reivindicación de los nacionalistas”.
Además, la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió sobre el peligro que supone “eliminar la organización institucional”, porque supone una debilidad de las provincias, que es la demarcación electoral, que también hay quien quiere eliminar.
Santamaría alerta sobre el peligro de debilitar las provincias, que son la demarcación electoral