La mejor esquiadora seduce en Grandvalira
LA ESQUIADORA MÁS BRILLANTE DE LA HISTORIA ES LA FAVORITA EN LAS PRUEBAS DE COPA DEL MUNDO QUE SE CELEBRAN ESTE FIN DE SEMANA EN LAS PISTAS ANDORRANAS. LA EX DE TIGER WOODS, ES ADEMÁS MODELO PARA ‘SPORTS ILLUSTRATED’... Y UNA AMIGA ESPECIAL DEL PILOTO LEWIS HAMILTON
Tuvo la mala suerte, o no, de enamorar al insaciable Tiger Woods. Su relación con el golfista acabó mal y pronto, pero al menos desde entonces, todo el mundo conoce a esta esquiadora implacable fuera y dentro de las pistas. Lindsey Vonn, la rubia que ahora tiene una conexión especial con Lewis Hamilton según se desprende de los vídeos de Snapchat que ella misma colgó en enero junto al campeón del mundo de F-1, es desde hace una semana la sensación en Grandvalira, la enorme superficie esquiable andorrana que este fin de semana acoge la Copa del Mundo FIS de Supergigante y Combinada Alpina. En sus bajadas por la pista Àliga del sector Grandvalira-El Tarter, la campeona olímpica, ha demostrado no sólo que ha superado su lesión de rodilla, sino que impone por su físico y su simpatía. Y que va a por todas. Lo suyo es ganar.
El 5 de febrero del 2013 comenzó el calvario particular que Lindsey Vonn parece haber superado. Tras una tremenda caída durante los Campeonatos del Mundo de Schladming, Austria, mientras disputaba un Supergigante fue evacuada de emergencia en helicóptero. El diagnóstico dejó en el aire su brillante carrera: sufría una rotura completa del ligamento colateral medio y del ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha, además de una fractura en la meseta tibial. Pero su mala suerte no acababa allí. A los nueve meses, cuando estaba a punto de reaparecer, sufrió una nueva rotura del ligamento cruzado anterior que habría podido con otra... pero no con esta estadounidense nacida el 18 de octubre de 1984 en Saint Paul (Minnesota). Hizo como había aprendido de pequeña: trabajó sin rendirse y se marcó un objetivo: reaparecer y ganar.
En noviembre del 2015 eligió el circuito mundial, concretamente en Lake Louise (Canadá), para volver a demostrar su dominio en las pruebas de velocidad. En solo diez carreras lo dejó muy claro. Ganó Super-Gigantes, los de Cortina d’Ampezzo (Italia) y St. Moritz (Suiza). Hasta sumar las 75 victorias en la Copa del Mundo que la han convertido en la mejor de toda la historia del esquí alpino.
Un físico espectacular y 1,78 centímetros de altura hacen que Lindsey Vonn, además de ser la campeona olímpica del 2010 y la actual líder de la Copa del Mundo, no pase jamás desapercibida. Algo, que por otro lado, no va nada con ella. Atrevida y divertida, con una enorme actividad en las redes sociales, se atreve con todo. Hasta con los desnudos. De hecho sigue los pasos de Caroline Wozniacki (la ex número uno del tenis, que como ella también tuvo una mala experiencia con el mundo del golf: Rory McIlroy canceló la boda hace un par de años sólo unos días antes de enviar las invitaciones) y protagoniza uno de los reportajes más sugerentes de la revista Sports
Illustrated. Vonn, Wozniacki y la luchadora Ronda Rousey causan sensación en el número especial que la publicación dedica a los bañadores, posando totalmente desnudas aunque sin mostrar más de
lo necesario puesto que van cubiertas con un bañador dibujado en pintura (body paint).
Lindsey Vonn es una estrella. Y sabe moverse como tal. Muestra de ello es que es la única esquiadora del equipo estadounidense que estos días se aloja en el Hermitage (el hotel de cinco estrellas a 1.850 metros de altitud con las mejores vistas al dominio de Grandvalira) para poder contrarrestar, junto a su perrita que siempre viaja con ella, el revuelo mediático sin precedentes que causa. Ya estuvo en Andorra en el 2012, cuando las pistas del Tarter acogieron su primera prueba de Copa del Mundo femenina, pero entonces no era tan tremendamente conocida. Más allá de sus éxitos deportivos y de su capacidad de superación, ella sabe cómo hacer crecer su propia marca. La semana pasada causó un revuelo en la red al compartir un vídeo en el que destrozaba un esquí a golpe de martillo. Le había hecho caer de nuevo, esta vez en la prueba de Copa del mundo en La Thuile, Italia, y no pudo reprimir la rabia. Al cabo de unas horas de colgar el documento, lo retiró (aunque sigue circulando en las redes), y pidió disculpas por la reacción y el mal ejemplo. Eso sí, también aliviada porque el esquí se soltó a tiempo y no le provocó una nueva lesión. Antes, hace un año, también provocó un debate público, pero esa vez centrado en su trasero. Fue a raíz de una fotografía compartida en su cuenta oficial de Instagram y de una pregunta picante lanzada desde la citada red social. En la imagen, la ex de Tiger Woods aparecía de espaldas, mostrando sus nalgas durante una sesión de entrenamientos en Aspen (Colorado), y lo acompañaba con la pregunta “¿Creéis que mi culo sale gordo con este mono de velocidad?”. Los followers de esta belleza de 32 años, como era de esperar, no se hicieron rogar y colapsaron la red con sus respuestas. Todo elogios para la esquiadora que, por cierto, se llamaba Lindsey Kildow antes de su primer y único matrimonio fallido.