Clinton despega en Carolina del Sur
La candidata vapulea a Sanders, en vísperas del decisivo ‘supermartes’
La rotunda victoria de Hillary Clinton en las primarias demócratas de Carolina del Sur deja tan pocas dudas respecto a su nominación como candidata a la presidencia de Estados Unidos que la ex secretaria de Estado ya plantea sus discursos como si se tratara de la elección general. “Mañana, la campaña ya es nacional”, dijo nada más conocer los resultados del sábado.
La ex secretaria de Estado ya da por descontado que superará con creces a Bernie Sanders en número de delegados para la convención del mes de julio en Filadelfia y centra sus discursos en atacar a Donald Trump, previsible candidato republicano cuyos planteamientos xenófobos pueden contribuir además a movilizar a las minorías en favor de la candidata demócrata. “A pesar de lo que se oye, no necesitamos hacer grande a Estados Unidos de nuevo. Estados Unidos nunca ha dejado de ser grande, pero en lugar de construir muros, lo que tenemos que hacer es derribar barreras”.
El establishment republicano conspira para encontrar una alternativa al magnate inmobiliario de Nueva York y quien está haciendo ese trabajo se encuentra al frente de las preferencias del Partido Demócrata.
El equipo de la ex secretaria de Estado andaba buscando un resultado que tuviera los efectos de un “cortafuegos” en relación a su rival, Bernie Sanders y despegara definitivamente sus opciones a la designación, pero lo cierto es que la batalla con el viejo senador de Vermont que propugna una revolución política ha resultado más difícil de lo esperado. De las tres primeras con- frontaciones en Iowa, Nuevo Hampshire y Nevada, Clinton perdió una y ganó por muy poco diferencia las otras dos. Las espadas se han mantenido en alto hasta Carolina del Sur, donde la ex primera dama ha arrasado. Se apuntó la victoria con el 73,5% de los votos, frente al 26% que obtuvo Sanders. El reparto de delegados fue de 39 a 14.
La clave de un resultado tan rotundo está en la elevada participación y la movilización de los afroamericanos en favor de la candidata. Puede resultar paradójico, pero la realidad es que Clinton, con toda su fama de millonaria y de mantener sus vinculos con el poder financie-
ro de Wall Street, consigue más apoyos entre los negros y los inmigrantes hispanos nacionalizados, mientras Sanders, el senador que se declara socialista y que denuncia el sistema que favorece siempre a los ricos, cosecha los apoyos entre los liberales blancos de mejor posición económica y muy especialmente entre los jóvenes universitarios.
En Carolina del Sur, seis de cada diez votantes en las primarias demócratas eran negros y de ellos ocho de cada diez apoyaron a Clinton. Es un récord que supera con creces lo conseguido por Barack Obama en 2008. Entonces el ahora presidente venció a Clinton con el 55% de los votos. Así que con la correlación tan desequilibrada a favor de Clinton quedan pocas dudas de lo que ocurrirá el martes en los estados con mayor proporción de votantes afroamericanos como Alabama, Georgia y Tennessee.
Mañana puede ser el gran día en que Clinton despegue definitivamente. De momento el reparto de delegados electos para la convención está 91 a 65 a favor de Clinton, pero la ex primera dama cuenta, además, con 453 superdelegados, los miembros del aparato del partido. Sanders sólo cuenta de momento con 20 superdelegados. El cómputo global es pues de 544 a 85. Se necesitan 2.383 para ganar la nominación y en las primarias y caucus que se celebrarán mañana en once estados hay más de mil en juego.
Con todo, la derrota en Carolina del Sur no arredró a Bernie Sanders que aspira a hacer un buen papel el supermartes. Inaccesible al desaliento, el sábado, sin esperar a conocer los resultados de Carolina del Sur se trasladó a Rochester, Minesota, para seguir buscando apoyos. “Quiero ser claro en una cosa –desafió–. Esta campaña acaba de empezar y el martes están en juego centenares de delegados y tenemos la intención de ganar muchos de ellos”. A la luz de los sondeos publicados, sería una sorpresa enorme.
LA CLAVE Ocho de cada diez afroamericanos de Carolina del Sur, a favor de la exsecretaria