La gran voz de ‘Al Ahram’
MOHAMED HASANEIN HEIKAL(1923-2016) Periodista
En la década de los sesenta , su artículo semanal en el centenario diario egipcio Al Ahram, fundado por periodistas libaneses, era leído con avidez en las cancillerías de todo el mundo. Mohamed Hasanein Heikal fue un prominente editorialista árabe confidente del rais Gamal Abdel Nasser, y su editorial bajo el epígrafe Con franqueza, que acostumbraba a escribir tras una larga conversación con el presidente egipcio, dejaba entrever algunos indicios de sus decisiones de gobierno. En su magnífica biografía sobre Nasser, Jean Lacouture los califica de “barómetros o motores” de la política egipcia de aquel tiempo. “Los diplomáticos acreditados en El Cairo esperaban su publicación para enviar sus despachos a sus ministerios. Eran tiempos del denominado socialismo árabe y del liderazgo de Nasser sobre Oriente Medio.
Heikal conoció al rais cuando fue reportero en la guerra de 1948 de Palestina, entre árabes y judíos. Escribió su texto posterior titulado Filosofía de la re
volución en el que el joven capitán del frente de Faluga narra sus frustraciones militares de la derrota y sus anhelos revolucionarios que le impulsarían a dar el golpe de Estado de 1952 contra el rey Faruk.
Desde 1954 a 1974, Heikal, que había iniciado el oficio en la prensa inglesa de El Cairo, dirigió el gran diario Al Ahram ( Las
Pirámides) incautado por el régimen a sus propietarios, convirtiéndole en el gran portavoz de la nueva república, fundada por los militares. Modernizó el periódico –recuerdo su flamante edificio en un barrio popular de El Cairo– y lo abrió también a escritores izquierdistas, publicando de vez en cuando series de artículos sobre el comunismo o la crisis de los intelectuales. Aspiraba a convertirlo en un diario internacional si la censura no le hubiese cortado las alas.
Este portavoz del rais era un hombre típico de la nueva gene- ración del régimen, muy capacitado para los negocios, seguro de sí mismo, amante de la buena vida y a menudo duro en el trabajo. Fue uno de los ideólogos del pensamiento panarabista, laico, entonces tan en boga en Oriente Medio, entre los intelectuales palestinos progresistas y los sirios fundadores del partido Baas.
Al morir Nasser en el otoño de 1970, perdió su gran influencia política –había sido también ministro de Información– y Anuar el Sadat le hizo encarcelar unos días con otras personalidades del anterior régimen, destituyéndole en 1974 como director de Al Ahram.
Heikal, que gracias a su gran capacidad de lectura comenzó al principio de su relación con Nasser, a resumirle la prensa en inglés y en árabe, describió con respetuosa fidelidad su ámbito doméstico. “Su vida familiar era irreprochable y por lo que al dinero se refiere recibía millones de guineas o libras egipcias como donaciones que empleaba en beneficio del pueblo y a su muerte sólo tenía en su cuenta corriente unos centenares de libras egipcias”.
Como es frecuente con periodistas que dejan habitualmente de publicar en diarios y revistas, Heikal, que tampoco simpatizó con Mubarak, al que criticó en uno de sus últimos libros Mu
barak y su tiempo como hiciese antes con Sadat en su obra El
otoño de la furia, se dedicó a escribir libros, alrededor de cuarenta, de historia, entrevistas, de política, especialmente en torno al volcán del Oriente Medio, alimentándolos con el gran depósito de secretos de Estado, en su tiempo de convivencia con Nasser.
Sus colaboraciones en la prensa extranjera, sus conferencias a precio de oro, le dieron un prestigio internacional hasta su avanzada edad. Sus programas en la televisión Al Yazira extendieron su fama entre los árabes. Pero Mohamed Hassanein Heikal, fallecido el pasado día 17 en El Cairo, ha pasado a la historia por sus semanales artículos en Al Ahram, decano de los diarios árabes.
TOMÁS ALCOVERRO