Macron, un ministro acosado
El titular de Economía francés suscita sueños eróticos por doquier
Una estudiante de Derecho ha sido arrestada por enviarle mensajes y fotos de carácter erótico
Con sus trajes ceñidos, sus patillas y sus zapatos de punta –y, presumiblemente también su personalidad de exbanquero de inversión de Rothschild–, el ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, no sólo gusta entre el electorado de la derecha, al que seduce con sus propuestas de machacar a los pobres, sino que también suscita sueños eróticos a ambos lados de la acera.
Midi Libre informaba el viernes del arresto de una estudiante de Derecho de 29 años y origen gabonés que desde septiembre le enviaba mensajes eróticos a su correo personal desde la localidad de Juvignac, cerca de Montpellier. El asunto no revestía peligrosidad alguna pero debió hacerse engorroso, porque el 16 de febrero el ministro presentó denuncia por acoso. La casa, el móvil y el ordenador de la chica fueron registrados en busca de pruebas. Las encontraron.
“Eran mensajes de carácter erótico que venían contenidos en los e-mails que ella le enviaba declarando su ardor, también había fotos sobre cuyos detalles no vamos a entrar”, declaró con elegante picardía una fuente judicial al diario. Se investiga si era amor o chaladura.
Los sentimientos eróticos que el ministro suscita son tan transversales como su línea política. Ahí está el exministro de Cultura Frédéric Mitterrand, que el año pasado confesaba tener “sueños eróticos” con el primer ministro Manuel Valls. “Todo pasaba en la cama y nos iba muy bien”, dijo Mitterrand, sobrino del expresidente y padre de tres hijos, “y creo que el próximo en la lista será Macron”, añadió en una animada entrevista televisiva el año pasado.
Pero Macron parece tener bastante con la curiosa pareja que forma con su esposa Brigitte Trogneux. Esa sí que costó. Hijo de médicos, Macron conoció a Brigitte siendo un adolescente en el liceo de Amiens, su ciudad. Era su profesora de francés, tenía veinte años más que él. Sus padres lo apartaron de Amiens cuando tenía 16 años y lo enviaron estudiar a París para alejarle de aquel amor loco, pero el chico perseveró y en el 2007 se casó con Brigitte, madre de tres hijos y divorciada. Ella tiene 58 y seis nietos, él 38 y nunca quiso tener hijos. De alguna forma, los nietos de ella, con los que se encuentran los fines de semana en la casa de campo familiar, son un poco como sus hijos. Desde que él es ministro ella ha dejado la enseñanza y mantiene un perfil social bajo. No como la ardiente estudiante del Midi.