FIGUERAS INTERNATIONAL SEATING
Propone butacas inteligentes para salas multiusos
En un mundo global, las nuevas tecnologías han contribuido al cambio de ciertos hábitos sociales; y en este sentido, la arquitectura ha creado una nueva tendencia basada en la polivalencia y la rentabilidad de los espacios de uso público.
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Por qué en una sala de conferencias no se puede celebrar un banquete? ¿Por qué en un teatro no se puede celebrar una exposición? Para dar respuesta a estos interrogantes, Figueras ha desarrollado sistemas automáticos de asientos móviles que permiten convertir en cuestión de minutos una platea de butacas en un espacio diáfano o incluso en una sala de menor aforo tan sólo presionando un botón, consiguien-
do así la máxima optimización de cada espacio.
Un ejemplo de ello y de reciente instalación es el Museu Agbar de les Aigües en Barcelona ubicado en tres edificios modernistas de la Central de Cornellà. El depósito circular, que fue construido en el año 1954 para gestionar 2.000 m3 de agua, dejó de funcionar en el año 2003. Actualmente es el Àgora Agbar, un espacio polivalente, destinado a acoger exposiciones, con-
ciertos, espectáculos y una larga lista de actividades.
Uno de los mayores retos para Figueras fue adaptar el sistema de butacas en una sala circular. Ello requería el montaje de filas de diferente longitud, en una sala que debía ser totalmente flexible y el sistema automático debía poder ser configurado en diversas posi-
ciones. Otro reto importante fue de carácter acústico, ya que los arquitectos de UNEN debían mejorar la acústica de un espacio desnudo y frío, pensado para almacenar agua pero que ahora debía rendir como una sala de conciertos si es preciso. Y las butacas tenían un papel muy importante.
Un sistema de butacas inteligente para rentabilizar el espacio
El sistema automático de asientos móviles que Figueras ha instalado en el Àgora Agbar del Museu Agbar de les Aigües es el llamado Sistema Mutasub. Un sistema inteligente de ingeniería aplicada que permite el almacenamiento de los asientos en el suelo técnico de la sala; consiguiendo así un espacio totalmente diáfano para actos que así lo requieran o bien permite tres con- figuraciones diferentes, pudiéndose abrir o cerrar las filas a conveniencia del cliente y según las necesidades. La transformación de la sala y su aforo, que cuenta con una capacidad máxima para 308 personas sentadas, se realiza de una forma tan simple como eficaz y con el fin de rentabilizar el espacio.
El reto acústico se solventó gracias a butacas que rinden de forma muy exigente a nivel acústico, absorbiendo vibraciones y neutralizando el eco de la sala gracias a la composición de sus materiales.