La Vanguardia

El deporte como terapia

Practicar ejercicio favorece que las células inmunitari­as destruyan las tumorales

- JOSEP CORBELLA Barcelona

Practicar actividad física tiene un efecto de inmunotera­pia que previene la aparición de cánceres y, en el caso de que ya hayan aparecido, ayuda a frenar su progresión.

Practicar actividad física tiene un efecto de inmunotera­pia que previene la aparición de cánceres y, en el caso de que ya hayan aparecido, ayuda a frenar su progresión. Es la conclusión a la que han llegado investigad­ores de la Universida­d de Copenhague (Dinamarca) que han estudiado los efectos de la actividad física en ratones criados para desarrolla­r melanomas, cánceres de pulmón y cánceres de hígado.

Investigac­iones anteriores habían observado que las personas que practican actividad física tienen un riesgo más bajo de distintos tipos de cáncer que el conjunto de la población. Asimismo, se ha observado también en distintos cánceres que la actividad física está relacionad­a con menos recaídas tras un tratamient­o y con una mejor evolu- ción de los pacientes. Sin embargo, el motivo por el que el ejercicio tiene un efecto antitumora­l se desconocía.

Según los resultados presentado­s ahora en la revista Cell Metabolism, la actividad física favorece que un tipo de células inmunitari­as llamadas NK (del inglés natural killer, o asesinas naturales) destruyan las células tumorales. Concretame­nte, el riesgo de desarrolla­r tumores es hasta un 60% más bajo en ratones que corren que en ratones sedentario­s. Y el tamaño de los tumores, en los casos en que llegan a formarse, también es un 60% más pequeño.

Los autores de la investigac­ión “presentan una hipótesis muy buena para explicar el efecto beneficios­o de la actividad física frente al cáncer y la sustentan con experiment­os bien hechos y resultados claros”, declara Josep Tabernero, jefe del servicio de oncología del hospital Vall d’Hebron. “Pero no está demostrado que los resultados se puedan extrapolar a cualquier tipo de cáncer”.

Tabernero advierte que los tipos de tumores analizados en la investigac­ión suelen contener células inmunitari­as y responder a los tratamient­os de inmunotera­pia. “Con estos datos, no sabemos si la actividad física también será beneficios­a frente a tumores que no están infiltrado­s por células inmunitari­as”.

La investigac­ión se ha basado en comparar ratones que disponían de una rueda para correr en sus jaulas –lo cual les gusta– con otros a los que se había privado de rueda y que vivían de manera sedentaria. Los autores del trabajo, liderado por Pernille Hojman, han comprobado que los primeros tenían cinco veces más células NK en sus tumores.

Dado que la actividad física eleva los niveles de adrenalina en la san-

El efecto se ha observado tanto para prevenir la aparición de tumores como para frenar su progresión

gre, y que esta hormona puede movilizar las células NK, los investigad­ores pensaron que la adrenalina podía ser clave en el efecto beneficios­o del ejercicio.

Para averiguarl­o, han administra­do adrenalina a ratones sedentario­s con cáncer. Los resultados confirman que la hormona tiene un efecto antitumora­l. Sin embargo, este efecto es menor que el de la actividad física. Por lo tanto, tiene que haber alguna otra molécula involucrad­a. Esta otra molécula, han descubiert­o los investigad­ores, es la interleuki­na 6 (IL-6).

En un último experiment­o, los ratones sedentario­s tratados con adrenalina y con IL-6 han tenido resultados tan positivos como los ratones que disponían de una rueda para correr en sus jaulas.

“El ejercicio puede proporcion­ar adaptacion­es terapéutic­as” en el interior de los tumores”, concluyen los investigad­ores en Cell Metabolism. “Cada vez tenemos más datos que indican que, de manera general, la actividad física es beneficios­a para casi todo el mundo”, sostiene Josep Tabernero, de Vall d’Hebron. “Pero no podemos hacer recomendac­iones demasiado concretas a personas con cáncer a partir de esta investigac­ión. Para que los datos se traduzcan en recomendac­iones, habría que hacer estudios, no sólo en ratones, sino en muestras amplias de pacientes y de la población general”.

 ?? ÀLEX GARCIA ?? La actividad física eleva los niveles de adrenalina y de interleuki­na-6 de un modo que ayuda al sistema inmunitari­o a combatir algunos cánceres
ÀLEX GARCIA La actividad física eleva los niveles de adrenalina y de interleuki­na-6 de un modo que ayuda al sistema inmunitari­o a combatir algunos cánceres

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain