Los radicales iraníes pierden el control de las instituciones
Paladines del sector ultra, eliminados del Consejo de Expertos
Más de una década después de que el sector radical de la República Islámica tomara el control de las instituciones, su poder parece haber concluido. El bloque progresista que apoya las políticas moderadas del presidente Hasan Rohani y su acuerdo nuclear se proyecta como el ganador de las elecciones iraníes para los 290 representantes al Parlamento y los 88 integrantes del Consejo de Expertos.
Según la alianza de moderados y reformistas, ha logrado el 59% del Consejo de Expertos. Rohani y el influyente expresidente Hashemi Rafsanyani lideran la lista de doctores expertos en la interpretación de la ley islámica que deberán elegir al próximo líder supremo si Ali Jamenei, cuya salud se deteriora, muere en los próximos ocho años.
Pocos habrían apostado meses atrás por la derrota de los dos famosos ayatolás Yazdi, Mohamed y Mesbah, grandes paladines de las ideas radicales en Irán, contra quienes los progresistas han hecho una gran campaña en las redes sociales. El ayatolá Mohamed Yazdi ocupaba la dirección del mismo Consejo del que ha sido eliminado. Mesbah Yazdi fue el mentor del expresidente Mahmud Ahmadineyad.
Quien logró salvarse fue el octogenario Ahmad Yanati, que ocupó el último escaño en disputa en Teherán. Yanati dirige el no democrático Consejo de Guardianes, que descalificó a la mitad de candidatos a estas elecciones y que además es quien debe validarlas. Tendrá a su lado a otros reconocidos conservadores que tratarán de contrarrestar el peso de Rafsanyani, a quien no le perdonan el apoyo a las protestas postelectorales del 2009.
También en el Parlamento hubo sorpresas. Los progresistas ganaron los 30 escaños de Teherán; entre ellos hay ocho mujeres de las doce que habrá en el nuevo Majlis. La movilización de los votantes progresistas en la capital ha provocado el vuelco. El mayor ejemplo es el cabeza de lista de los conservadores, Gholam Ali Haddad Adel: hace cuatro años fue el más votado en Teherán, y ahora no ha pasado el corte a pesar de que obtuvo más votos.
Los moderados-reformistas no tienen un panorama sencillo en el Parlamento, donde claman victoria los conservadores. Pero las cuentas son complejas. Según los analistas iraníes, aunque el bloque progresista habría obtenido en primera vuelta sólo 85 escaños, podrán contar con el apoyo de los conservadores moderados que apoyan el acuerdo nuclear y ciertas políticas económicas aperturistas de Rohani. Se les podrían sumar también los cinco votos de las minorías. Los radicales obtendrían 68 puestos –del centenar que tienen hoy– y los 59 restantes se elegirán en la segunda vuelta que se celebra en abril.
“El Parlamento continuará siendo revolucionario y los eslóganes de ‘Muerte a América’ seguirán en una cámara que nunca podrá ser influenciada”, decía un diario radical.
Bajo este escenario de difíciles alianzas, algunos analistas locales prefieren asegurar que el ganador son las ideas moderadas de Rohani, especialmente sus proyectos para reactivar la economía, y no el progresismo. Las reformas sociales no podrán ser aprobadas en el Parlamento, a menos de que muchos conservadores decidan apoyar incondicionalmente al Gobierno.
“El resultado es bueno pero los diputados iraníes suelen cambiar sus afinidades con frecuencia. No me extrañaría que conservadores que decidieron apoyar la lista progresista les den la espalda. Y lo contrario, que algunos opositores decidan apoyarlos”, asegura un analista que pide anonimato.
Los reformistas de Rohani logran el 59% del consejo de teólogos, que debe designar al nuevo líder supremo