Blindaje patrimonial para salvar las Tres Chimeneas
La diputación alude al simbolismo de la térmica para promover su protección como bien cultural de interés local
Un extenso argumentario técnico ha dado pie al informe que los técnicos de la Diputación de Barcelona han elaborado para apoyar que el conjunto de los tres edificios de calderas y chimeneas y el edificio de turbinas de la central térmica de Sant Adrià de Besòs, sean declarados conjunto monumental bajo la protección de la calificación bien cultural de interés local (BCIL), una consideración que deberá aprobar el próximo plenario del Ayuntamiento.
Ayer, durante el acto de entrega del dictamen técnico, ninguna de las administraciones aventuró un uso para la instalación, que aún es propiedad de Endesa y parte del Banco de Santander, aunque sí mostraron sus preferencias para que pueda llegar a convertirse en un gran centro cultural de referencia en el sur de Europa.
Para elevar la trascendencia del conjunto arquitectónico, Juanjo Puigcorbé, diputado de Cultura y concejal de ERC en Barcelona, enalteció las Tres Chimeneas hasta la categoría de “catedral” al referirse a ellas como el futuro epicentro de una nueva dinámica para la gran Barcelona, que extendió des- de Castelldefels hasta Tordera. “Son otra Sagrada Família” refirió el diputado para acentuar la importancia de una instalación con proyección internacional.
Puigcorbé, identificó en las Tres Chimeneas elementos históricos, arquitectónicos, culturales, paisajísticos e identitarios que justifican su protección. Se trata, dijo “de un elemento clave en la electrificación de país” con un diseño estructural pionero, con estructuras de 200 metros sobre las calderas, hasta hace poco las más altas del Estado, convirtiéndose en el perfil del paisaje metropolitano, lo que impide poner en duda su valor cultural.
La ley 9/1993 del Patrimonio Cultural Catalán permite a los ayuntamientos proteger jurídicamente, de forma singular y específica, cualquier inmueble que el consistorio considere que cuenta con determinados valores históricos, artísticos y culturales, mediante la figura del BCIL. La ley exige la aprobación de la declaración a través del pleno municipal mediante la tramitación de un ex- pediente en el que se hará constar el informe favorable de un técnico de patrimonio cultural. Previamente, ya que una parte de la sala de turbinas se ubica en término municipal de Badalona, su Ayuntamiento delegó las competencias en este ámbito al de Sant Adrià, en lo que se refiere a la licencia de demolición.
El acuerdo, aprobado por unanimidad de todos los grupos municipales, comportaba la suspensión, por un año, de la aprobación y tramitación de licencias de derribo de las construcciones de las tres chimeneas y la sala de turbinas, tal como intentó tramitar Endesa.
Fuentes de la compañía eléctrica, por su parte, aseguraron que “todo está igual”. Nada ha cambiado desde que el Consistorio paralizó las licencias. Tampoco su pre- disposición a negociar una compraventa, la única fórmula que por el momento podría impedir la demolición de las tres chimeneas en el futuro. En este sentido, Callau admitió que no ha mantenido contacto con Endesa, ya que no le corresponde a él negociar, sino a quien se haga con los terrenos que ahora cuentan con una calificación de suelo industrial. Por parte del Ayuntamiento se facilitará la transformación urbanística de la zona en un nuevo barrio, del que destacó “la recuperación de la playa y el paseo marítimo” que conectará Badalona y Barcelona, a su paso por Sant Adrià. Todo ello con posterioridad a la resolución de los contenciosos que pudiera interponer la eléctrica para defender sus interés.
El acuerdo comporta la suspensión por un año de licencias de derribo
Puicorbé calificó el edificio industrial como la “otra Sagrada Família”