Reconstruyendo Dertosa
La excavación frente a la catedral permite localizar al fin la influyente Tortosa romana
El equipo de arqueólogos espera con ansia el reinicio de las excavaciones frente a la catedral de Tortosa (Baix Ebre), bajo el subsuelo que ocupaban una treintena de inmuebles que fueron derruidos para descubrir la fachada del templo gótico junto al río Ebro. Los resultados obtenidos en la primera fase han confirmado las enormes expectativas: por primera vez se podrá demostrar con el hallazgo de restos arqueológicos de primer nivel la importancia de Dertosa. En el subsuelo, ante la catedral, se ha podido confirmar la existencia de la muralla romana y de un gran edificio monumental de la época alto imperial. “Podría tratarse de un templo o del foro municipal romano”, dice Jordi Diloli (URV), director de las excavaciones.
Lo primero que se ha podido documentar arqueológicamente es el trazado de la muralla del siglo XIV, levantada por orden directa del rey Pere el Cerimoniós, sobre grandes sillares de piedra, confirmando la planimetría antigua. La muralla está bien conservada, pues los antiguos inmuebles se asentaron sobre su estructura, sin destruirla. Debajo de este tramo de muralla, a un metro más de profundidad, los arqueólogos han localizado la muralla islámica y los fundamentos de lo que se piensa fue una de las torres de vigilancia de la misma fortificación, frente al río.
A más profundidad, al seguir excavando, se ha encontrado una estructura más antigua sobre la que descansaba la muralla islámica, a un metro y medio de la superficie del suelo actual. Textos antiguos ya relataban que en la Tortosa dominada por los musulmanes la muralla se había levantado sobre un “viejo muro”. La excavación lo ha confirmado.
“Todo apunta que la muralla islámica se construyó sobre la muralla romana, pero necesitamos seguir excavando”, advierte Diloli. Para llegar a la época romana y viajar 2.000 años atrás, la excavación tendrá que seguir bajando en el subsuelo, hasta unos tres metros de profundidad. El río define el límite de la ciudad y en la antigüedad era también su primera línea de defensa.
Los hallazgos bajo la superficie de la actual Rambla de Felip Pedrell han ido más allá. El equipo de arqueólogos ha localizado indicios de una gran plataforma de piedra que podría estar asociada a un edificio monumental romano, el anhelado foro o un templo. Sin excavar más es imposible dar más detalles o hacer nuevas conjeturas. Hasta ahora, el esplendor de Dertosa, fundada por los romanos en el siglo I AC, enclave estratégico para el imperio, había permanecido oculto, avalado casi en exclusiva por monedas y documentos históricos que hablaban de la trascendencia de la ciudad. “No sabíamos nada de la Tortosa romana, arqueológicamente se ha encontrado muy poco”, dice.
Aunque se daba por hecha la existencia y valúa de este yacimiento arqueológico para resolver grandes incógnitas, gracias a dos prospecciones geomagnéticas realizadas anteriormente, la existencia de los antiguos inmuebles, levantados en el siglo XIX justo delante de la basílica, hacían imposible la excavación. La reforma urbanística de todo el espacio, esperada durante casi medio siglo de trámites y trabas burocráticas, lo han hecho al fin factible. Para derribar las casas, con cautela, se movieron 4.000 toneladas de escombros.
“Se trata de un lugar importante para reconstruir buena parte de la historia de Tortosa, es de gran interés científico”, destaca Diloli. La segunda fase de la excavación se da por segura y será presentada en breve por el Consistorio. La empresa Iber, una spin-off de la URV, será la encargada de continuar los trabajos. La excavación frente a la catedral integra un proyecto comandado por la URV par conocer la evolución urbana de la Tortosa antigua, en colaboración con el Ayuntamiento.
Dertosa fue un enclave estratégico para el imperio romano, por lo que se le concedió la categoría de municipio. “Era la ciudad más importante al sur de Tarraco”, explica Diloli. La clave, el acceso directo al río Ebro, nudo de comunicación entre los barcos que bajaban por el Mediterráneo y el puerto fluvial de Tortosa.
Confirmada su importancia, ya se da por seguro que los restos arqueológicos hallados en las excavaciones iniciadas bajo la catedral se dejarán a la vista para que se conviertan en reclamo patrimonial y turístico. Aunque no se ha decidido aún cómo se resolverá urbanísticamente, la intención del Ayuntamiento es que incluso se pueda visitar, en función del es-
Enclave del imperio romano junto al Ebro, hasta ahora casi no se habían localizado restos arqueológicos Los expertos creen haber encontrado la muralla romana y un edificio monumental: el foro o un templo
tado del yacimiento romano y su magnitud final. La urbanización del espacio no empezará antes de 2017, cuando hayan finalizado las excavaciones y concretado su futuro. En los próximos meses seguirán los trabajos arqueológicos, con un presupuesto de 90.000 euros. “Es una oportunidad única”, destaca el director arqueológico, una de las voces más autorizadas de la Tortosa romana. Dertosa ya no puede esperar.