La lucha africana de De la Vega
La fundación que preside formará a mujeres tanzanas contra el cambio climático
Lleva más de cinco años alejada de la primera línea política, desde su cargo de consejera permanente del Consejo de Estado, pero Teresa Fernández de la Vega no limita su actividad intelectual y jurídica al órgano consultivo del Gobierno. Bajo su tutela, la fundación Mujeres por África desarrolla desde el 2012 proyectos de cooperación en el continente africano, a través de sus mujeres, y con el apoyo de grandes empresas españolas. Su última iniciativa quiere ayudara las mujeres de Tanzania, las principales productoras de alimentos del país, a vencer las consecuencias adversas del cambio climático. Es el proyecto Voces Verdes, que ayer arrancó en Madrid con la llegada de quince mujeres tanzanas –periodistas, campesinas y líderes sociales–, que durante un periodo de formación de quince días diseñarán iniciativas de lucha contra el cambio climático para después ponerlas en práctica.
En un país como Tanzania, don- de el 85% de las mujeres de las áreas rurales se dedican a la agricultura, los proyectos de la fundación que preside Fernández de la Vega se centrarán en la gestión del agua, residuos, seguridad alimentaria, cultivos y tecnologías solares, entre otros, y lo harán con la ayuda académica de profesores de la Universidad Autónoma de Madrid. El proyecto cuenta con el apoyo de Banco Santander.
Las mujeres tanzanas no solo recibirán formación sino que se les apoyará para desarrollar sus proyectos. De regreso a la región de los grandes lagos, traducirán los conocimientos adquiridos en iniciativas verdes, que desarrollarán con la colaboración de socios locales. Para dar visibilidad al trabajo y sensibilizar a la población, se pondrá en marcha una campaña de comunicación en el país, basada en los proyectos de las participantes, y conducida por las cinco periodistas tanzanas.
En el acto de presentación del proyecto, en la Universidad Autónoma de Madrid, Fernández de la Vega destacó el importante papel de las mujeres africanas, a las que se refirió como “las voces de la Tierra”, en la preservación del medio ambiente y el respeto a la naturaleza. Son ellas –añadió– las que se reinventan para seguir adelante y mantener el día a día de su comunidad. “Si son las mujeres las que trabajan la tierra, las que la cuidan, aunque muchas veces ni siquiera puedan poseerla, si son ellas las que más expuestas están a los riesgos de este fenómeno, deben ser agentes esenciales a la hora de hacerles frente”, subrayó.
En términos similares, el exdirector general de la Unesco y actual presidente de la Fundación de Paz, Federico Mayor Zaragoza, destacó la sabiduría de las mujeres africanas, “capaces de inventarse cada amanecer” para afrontar el nuevo día. De forma menos poética pero muy clara, una de las participantes, la agricultora Abiah Magembe ratificó que las mujeres de su país son las principales productoras de alimentos, son quienes cultivan la tierra y están en la primera línea de lucha contra las consecuencias adversas del cambio climático.
Hace una semana, Bill y Melinda Gates presentaron su carta anual sobre los temas por los que trabaja su fundación. Si tuviera un superpoder, escribe el fundador de Microsoft, llevaría energía barata y limpia a todo el planeta. Su mujer resaltó un término económico: el costo de oportunidad, lo que dejan de hacer las niñas y mujeres africanas al verse obligadas a llevar la carga del hogar, sacrificando su educación. Melinda les propone a los jóvenes que orienten su formación a la innovación para ayudarlas, que es ayudar a todos: “Tal vez puedes inventar tecnologías ingeniosas que sean eficientes en recursos”, apunta.
El proyecto Voces Verdes impartirá clases en gestión del agua, residuos, cultivos y energía solar