La mejor pasarela del mundo aplaude el riesgo
La insistencia en los escotes en V y la vuelta de los palabra de honor marcan los estilismos de la noche más esperada
La puerta del Dolby Theatre de Los Ángeles es, a todos los efectos, la mejor pasarela a la que cualquier marca con aspiraciones puja por subirse. Más en estos tiempos convulsos para la moda en que las firmas se plantean cómo solucionar la imperiosa necesidad de inmediatez que imprimen las redes sociales. Así pues, sobre la alfombra roja del pasado domingo los creadores dirimieron su particular carrera de los Oscar para determinar que en colores mandan el azul y el blanco. Y también el negro, pero huyendo de lo clásico y los tópicos. Y que, aunque permanecen las transparencias y los escotes más vertiginosos en forma de V, también vuelven con fuerza los palabra de honor y los vestidos asimétricos, todo acompañado siempre, por un maquillaje tan natural que muchos ya han bautizado como el “no maquillaje”.
¿El resultado? Pues entre los grandes aciertos, el de Dior, que recurrió a una Jennifer Lawrence tardona pero impecable (llegó una vez empezada la ceremonia) para convertir su vestido negro y nude de alta costura en uno de los más aplaudidos de la edición 2016.La creación con el escote hasta el ombligo y falsas transparencias, fue hecha a su imagen y semejanza durante más de 200 horas de trabajo artesano en los talleres de alta costura de la firma. Aunque es de largo el look más arriesgado jamás lucido por la rubia estadounidense que a sus 25 años puede presumir de haber sido nominada cuatro veces al Oscar (obtuvo la estatuilla en 2012 por su papel en Silver Linings Playbook) el atrevimiento de Lawrence tuvo recompensa.
Dior, es mucho Dior, así que la crítica aplaudió la elección de la actriz mejor pagada de Hollywood, igual que la de Charlize Theron. La protagonista de Mad Max cambió sus looks apocalípticos por un vestido de la Maison en rojo explosivo con un todavía más vertiginoso escote en V con el que Dior demuestra que hay más vida después de su sonado desencuentro con John Galliano (ahora en Maison Margiela) y del posterior e inesperado adiós de Raf Simons. Y que los diseñadores suizos Serge Ruf-
Triunfan el vestido negro y nude de Dior para Jennifer Lawrence y el amarillo de Louis Vuitton para Alicia Vikander
Superar la elegancia de Eddie Redmayne era el reto de los hombres más atrevidos, como Jared Leto, de negro y rojo
fieux y Lucie Meier, responsables creativos de la nueva etapa de la casa son una buena elección para mantener a Dior en las alturas. Y en las alfombras rojas...
Otro de los aciertos memorables y no menos arriesgados de esta noche en la que la gran mayoría de las actrices optaron precisamente por no correr riesgos fue el de Alicia Vikander. La actriz de 27 años no sólo ganó el Oscar como actriz de reparto por su papel en la película La chica danesa, sino que también se lo llevó, según muchos críticos de moda, por su elección de la firma francesa Louis Vuitton, de la que es imagen. Fiel a su estilo sobrio y elegante que ha ido desarrollando en su imparable ascenso a la fama, Vikander desafió a la mala suerte con el amarillo (en un tono pajizo) que muchos consideran prohibido sobre las tablas con un elegante palabra de honor de bajo abullonado y con aplicaciones brillantes. El tercer, y último, toque de atrevimiento de la noche lucido por Cate Blanchett recibió bastantes críticas en las redes sociales, pero también tuvo premio. El diseño de flores y plumas firmado por Armani Privé en verde empolvado como mínimo va a quedar en la memoria de esta edición de los Oscar.
¿Errores? Algunos garrafales como los de Heidi Klum, con un vestido asimétrico en degradé lila o el vestido en escote corazón de Sofía Vergara (ambos firmados por Marchesa), además del desafortunado estampado de Isla Fisher. Pero quedaron diluidos en una noche en la que gustaron los escotes en V del Gucci que lució la joven Brie Larson (ganadora de un Oscar como mejor actriz por su trabajo en La habitación); el Valentino blanco de Alta Costura plisado con la espalda al descubierto y una gargantilla como único complemento de Olivia Wilde o el Chanel alta costura de Julianne Moore. Y los escotes palabra de honor lucidos por Jennifer Garner (Atelier Versace), Lady Gaga (vestido blanco corset de Brandon Maxwell) o el maravilloso Armani Privé que Naomi Watts escogió en azul tornasol cuajado de paillettes y cuentas.
¿Y ellos? Entre los hombres fue difícil superar la elegancia de Eddie Redmayne, nominado a mejor actor, que acudió a la cita con una chaqueta de terciopelo negro a juego con unos slippers, o la deLeonardo DiCaprio, de Giorgio Armani. También hicieron su particular esfuerzo para demostrar que el esmoquin puede dar de sí actores como Jared Leto (Gucci con costura roja), Steve Carrell (Ermenegildo Zegna Couture) o el presentador de la gala, Chris Rock, con total look de Burberry.