FCC pierde 46 millones y anuncia nuevos ajustes
La licitación de obra pública en España baja un 28% en enero
FCC anunció ayer unas pérdidas de 46 millones de euros en el 2015, un ejercicio marcado por los graves problemas financieros y el rescate de la compañía por el millonario mexicano Carlos Slim, que en diciembre aseguró el éxito de una ampliación de capital de 709 millones. Pese al impulso de su nuevo accionista, aún hay mucho trabajo por hacer. El grupo constructor y de servicios facturó 6.476 millones, un 2,2% más, gracias al tirón de los mercados exteriores, pero vio cómo en España, en cambio, el negocio sigue a la baja y cayó un 3,7% hasta los 3.408 millones. El mercado interno supone el 52% de las ventas y, previsiblemente, será superado por el internacional en este mismo ejercicio.
El consejero delegado de FCC, Carlos Jarque, aseguró ayer que “tomará todas las medidas que sean necesarias para completar un total saneamiento” del grupo, cuya deuda financiera neta roza los 5.500 millones de euros. Una de las áreas más afectadas por la crisis es la de construcción. El desplome en los últimos años ha sido espectacular, al pasar de los 7.744 millones del 2008 a los 1.993 millones del año pasado para el conjunto del grupo. En España, FCC Construcción ha recortado considerablemente su actividad y el año pasado facturó por obras apenas 900 millones, casi un 80% menos de los 3.900 millones de antes de la crisis.
La construcción, la palanca que impulsó la formación de FCC y del resto de los gigantes del sector, es hoy una ruina. Ha dejado de existir, sobre todo por lo que se refiere a la obra pública. Lo denunció ayer la patronal Seopan –justo en el día en el que se cono- cían los últimos resultados del sector– con los datos de las licitaciones públicas de enero. Los concursos de las administraciones públicas sacaron al mercado obras por 514 millones, un 28% menos que en el mismo mes del año anterior. A las estrecheces presupuestarias hay que añadirle ahora la interinidad política.
Y el sector lo nota. Ninguno de los grandes grupos apuesta por la construcción en España. Sacyr, que ingresó 2.000 millones por construcción en España en el 2009, factura ahora 400 millones y emplea a sólo 1.300 personas en esta división. En las próximas semanas emprenderá un duro ajuste para reducir de forma drástica la plantilla. Ferrovial, Acciona, OHL y ACS siguen caminos paralelos. La primera, Ferrovial, está centrada en las concesiones; Acciona, en energía y agua; OHL vive de Abertis y del negocio exterior, que es también la apuesta de ACS. España ha dejado de ser el paraíso de las constructoras, pero ahora el péndulo está claramente en el otro lado: no hay nada relevante en construcción.
La construcción, que fue el motor de FCC, Acciona, Ferrovial, Sacyr, ACS y OHL, pasa sus horas más bajas