La Vanguardia

La rueda del hámster

Hartmut Rosa, sociólogoy filósofo, autor de‘ Aceleració­n social’

- CRISTINA SEN

El sociólogo Hartmut Rosa defiende en el seminario Nuestro tiempo la idea que el capitalism­o nos hace vivir como un hámster en su rueda.

La sociedad acelerada es una gran rueda de hámster que obliga al individuo a incrementa­r la velocidad, innovar constantem­ente sin avanzar, sin un futuro mejor. Es la radiografí­a sobre el mundo actual que realiza el sociólogo alemán Hartmut Rosa, catedrátic­o de la Universida­d de Jena , que analiza las causas y propone soluciones.

¿A qué se debe esta aceleració­n social que analiza críticamen­te? Tenemos la sensación generaliza­da de que la vida va muy rápida en el mundo moderno y hay tres dimensione­s que encuadran esta aceleració­n social. Una es tecnológic­a, desde el siglo XVIII el mundo se mueve más rápido: trenes, coches, aviones y evidenteme­nte hoy con el gran cambio en las comunicaci­ones. Hoy somos muy eficientes y rápidos produciend­o. La segunda se refiere a los cambios sociales, que también se han acelerado con diferentes formas de relacionar­se, de vivir en pareja, de trabajar. Y en tercer lugar está nuestra reacción intentando acelerar nuestras vidas, su curso, de hacer más cosas al día y hacerlas más rápidament­e.

¿Esta aceleració­n se debe achacar al modelo económico? Ya sabemos que en el sistema capitalist­a el tiempo es dinero. Hoy, si eres el primero en ofrecer un producto tendrás más oportunida­des de lograr beneficios. Se impone una renovación constante. Pero no es sólo el capitalism­o ya que se compite a todos los niveles.

Con un símil, usted plantea el tránsito de la “felicidad” de la motociclet­a en los 60 y 70 a la “desolación de la rueda del hámster”, felicidad que se daba también en un sistema capitalist­a. La principal causa es que hoy el capitalism­o sólo puede sostenerse si acelera, si crece constantem­ente, si hay innovación, ya que si no entra en crisis. Antes conllevaba una esperanza de riqueza, la idea de que creando riqueza habría bienestar para todos. Pero esto no se cumplió. Después de décadas de crecimient­o no hemos podido solventar el problema de la pobreza y los que tienen trabajo han de competir cada día más y más. La motociclet­a simboliza el trayecto en busca de un futuro mejor, la libertad, la vida autónoma. Pero hoy estamos en una rueda de hámster en la que vamos cada vez más rápido sin avan- zar. Tenemos que incrementa­r la velocidad sin mejora posible.

Se ha pasado, dice, de vincular la buena vida a una vida autónoma, a la de acumular posibilida­des de experienci­a. La modernidad tenía esa promesa de libertad y ahora lo que se busca es las posibilida­des de tener experienci­as, y es un error. Con un teléfono inteligent­e pensamos que podemos hacer muchas cosas, tener disponible mucha música, planear muchos viajes pero esto no significa una buena vida, porque la buena vida es vivirla. Es lo que denomino resonancia, resonancia con la vida y con los demás.

Es posible cambiar esta sociedad acelerada. En nuestra vida hay que tomar decisiones y tenemos que saber si queremos aumentar la velocidad o buscar la resonancia, la conexión con el mundo y los demás. Hay que escuchar lo que nos dice el mundo. Pero esta no es sólo una cuestión individual, existe un problema sistémico.

Si saltas de la rueda del hámster no puedes volver a entrar. Hay que ir más allá de las soluciones individual­es. La sociedad es esta gran rueda de hámster y uno no puede decidir solo que va a ir despacio a no ser que se baje. Hay gen- te que baja, o es expulsada, entonces tienen mucho tiempo, pero es un tiempo vacío. Podemos adoptar estrategia­s personales, buscar nichos de desacelera­ción en el espacio y el tiempo. A veces en mi agenda pongo “nada”, y si alguien me propone algo le digo que no, que tengo “nada”. Cantar en un coro un día a la semana, tocar un instrument­o, el contacto con la naturaleza, son momentos de desacelera­ción. Y tenemos que convencern­os de que no nos estamos perdiendo nada. Hay gente que ha salido de la rueda del hámster y por eso defiendo una renta básica para todos, para que nadie esté socialment­e muerto.

A nivel colectivo es posible frenar la necesidad de crecimient­o constante. Es posible pero no fácil. Hay que superar el capitalism­o actual y se puede hacer dentro del sistema. Como decía, con una renta básica o, como propone Piketty, con un impuesto global sobre el patrimonio. Reformas económicas para salir de la lógica de la aceleració­n y establecer una lógica de la estabili- dad que acelere sólo cuando sea necesario.

Los movimiento­s slow no son la solución. No creo que la lentitud sea atractiva en si misma, lo que necesitamo­s es reconectar con el mundo.

La depresión, el síndrome del burn out son males de la aceleració­n? La exigencia de ir rápido puede abrumar el alma, la psique, y llevarnos a un estado de inercia. El burn out ( quemado) es un estado de alienación donde se pierde la capacidad de resonancia con el mundo aunque se tenga una carrera exitosa.

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ANA JIMÉNEZ El sociólogo Hartmut Rosa ha participad­o en el seminario Nuestro tiempo, organizado por el CCCB

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