El falso mito de la juventud entre candidatos
El Versailles mantiene la esencia de la conversación. Los ‘cafecitos’ servidos desde el interior, mediante el gran ventanal, permiten la reunión de ciudadanos en la terraza-acera. Ahí está Daniel López, de 34 años, descendiente de cubanos y agente inmobiliario. “Voy a votar a Ted Cruz”, replica sin dudar. No lo ve como una traición a su vecino Marco Rubio, ya que por las venas del senador texano también corre sangre cubana. “Rubio no va a ganar, ya está perdiendo”, insiste. “Mi voto no puede ser para él –prosigue– porque en una semana no estará en la carrera, es muy joven, no tiene la suficiente experiencia. Cruz va a cambiar las cosas tan malas que ha hecho Obama”. Entonces la pregunta: ¿Más joven Rubio que Cruz?. “Por lo menos diez años”, contesta. Este es uno de los mitos. Será por su cara aniñada, pero Cruz nación en diciembre de 1970 y Rubio en mayo del 71. Y Rubio entró dos años antes al Senado (2011).