Presión de oenegés
Me pregunto muchos días, cuando me encuentro a jóvenes que me paran por la calle en lugares estratégicos de Barcelona, qué se puede hacer para evitar la incomodidad personal que provocan. Hablo de quienes intentan captar socios para Médicos sin Fronteras, Aldeas Infantiles, Oxfam Intermón, etcétera. No tengo nada personal contra ellos, es más, valoro su actitud, pero soy consciente de que dicha tensión disgusta a mucha gente y te lleva a correr más para que no te paren, a cambiar de recorrido e incluso a ponerse un poco agresivo.
En mi caso, ya colaboro económicamente y como voluntaria con varias fundaciones, pero se lo explicas y no se quedan tranquilos. Ellos ofrecen y desean convencerte, pero ¿hasta qué punto debemos estar día tras día sometidos a esta presión psicológica? CRISTINA CASALS MASSÓ Suscriptora Esplugues de Llobregat