Radiografía del parque
La resolución publicada el pasado 21 de enero en el Diari Oficial de la Generalitat que fija las acciones para intentar poner orden en el parque natural de la Muntanya de Montserrat empieza a dar sus frutos. Entre otras medidas, la nueva regulación establece que clubs excursionistas, empresas y otras entidades que organizan actividades colectivas lo notifiquen al parque. “En menos de dos meses unas 34 entidades nos han informado que durante este periodo han organizado 54 actividades que han reunido a un total de 6.870 personas, la mayoría son caminatas, salidas de escalada y visitas guiadas, de entre 40 y 200 participantes. Estos datos nos ayudan a tener más información de lo que pasa en la montaña, nos hemos enterado que hay grupos que suben habitualmente y de los que no teníamos constancia”, explica Xavier Aparicio, gerente del Patronat de la Muntanya de Montserrat. El parque ha detectado en los últimos años que Montserrat es el campo de juego de practicantes de nuevas disciplinas, desde el slackline –consistente en andar por una cinta sujeta entre dos puntos a una altura de vértigo– hasta el salto base, a las que se suman, el ciclismo todoterreno, las carreras de larga distancia, el ala delta, parapente, equitación... Un cóctel difícil de gestionar. Tal afluencia de deportistas y de especialidades tan diversas obliga a establecer normas para frenar la creciente erosión que sufren los caminos y canales, con la consiguiente destrucción de tejos centenarios –una especie protegida que crece muy lentamente–, y velar por la conservación de la fauna, en especial de las aves rapaces. Además, hay que tener en cuenta que en Montserrat a la figura de protección del parque natural se suma la de la reserva natural parcial. En total, el número de hectáreas “blindadas” se eleva a 7.740.