Una santa que había tenido nueve hijos
Joaquima de Vedruna es una de las pocas fundadoras de una orden religiosa que tuvieron hijos. Nueve. Era de Barcelona y se casó con un vicense de buena familia. A los 33 años quedó viuda, con seis hijos pequeños. Cuando fueron mayores, fundó la congregación. Haber subido a los hijos ella sola determina su estilo educativo. Una escuela que se parezca a un hogar: “Tenéis que mirar a las niñas como si fueran hijas vuestras”.