Moody’s anuncia una rebaja del rating de Catalunya
Los empresarios catalanes, de los más pesimistas en el 2016
La agencia de calificación de riesgos Moody’s anunció la noche del pasado viernes que ha puesto el rating de Catalunya en revisión para una próxima bajada. En un comunicado, la firma dice que la decisión refleja las crecientes preocupaciones sobre la capacidad de la Generalitat de hacer frente a sus obligaciones financieras a corto plazo. Moody’s explica, como avanzó La Vanguardia, que el Ejecutivo autonómico pidió al Gobierno central en octubre del 2015 poder pasar, a través del FLA, parte de su deuda de corto a largo plazo. Pero, concluye la agencia de rating, “nunca llegó la autorización y las tensiones de liquidez han aumentado”.
La preocupación por las cuentas públicas influye en el clima para hacer negocios. De hecho, los empresarios catalanes se en- cuentran entre los más pesimistas de España, según una encuesta de KPMG realizada a 1.300 directivos y emprendedores del país. Solo un 33% de los 300 ejecutivos catalanes consultados confía en que la economía mejo- rará en los próximos doce meses; un 47% considera que todo seguirá igual; un 18%, que irá a peor; y el 1% restante prevé un gran deterioro. En total, el 66% de los que no esperan progresos generales este año es el cuarto porcentaje más alto de España, sólo superado por Navarra (81%), La Rioja (71%) y Asturias (70%). Los directivos españoles se reparten casi a partes iguales entre los optimistas y los pesimistas.
La encuesta aborda otros aspectos que preocupan a los empresarios, como sus prioridades estratégicas. En el caso de Catalunya, un 24% de los directivos ve fundamental transformar sus compañías o realizar ajustes de calado; un 19% pone el acento en impulsar la innovación; un 18% subraya la importancia de la expansión y el crecimiento internacional; un 17% insiste en el desarrollo de nuevos productos y servicios; un 11% aboga por la digitalización de sus negocios; un 8% preconiza el crecimiento inorgánico a través de fusiones y adquisiciones; y el 3% restante se reparte entre las desinversiones y otras opciones estratégicas como prioridad para el 2016.
Una encuesta de KPMG revela que el 66% de los directivos cree que este año no será mejor que el 2015