Heridas sin cicatrizar
El italiano sigue instalado en el rencor, “sin poder olvidar lo que pasó”, y fantasea con una ‘vendetta’ a lo Senna
El tiempo no pasa para Valentino Rossi, que sigue instalado en el rencor hacia Marc Márquez, a quien acusa de haber ayudado a Jorge Lorenzo a arrebatarle el Mundial de MotoGP.
El tiempo no pasa para Valentino Rossi. El abuelo del Mundial, a sus 37 años, se conserva como un rookie, con la ilusión y las ganas de sus pupilos de la VR46 Academy o de su hermanastro Luca Marini, a quien da clases particulares. Tampoco pasa página al calendario el Dottore, que sigue instalado en el rencor, anclado en Sepang y Valencia del 2015, sin poder cicatrizar las heridas de hace cinco meses. En la puesta en escena del reencuentro de los tres tenores de MotoGP, Rossi, Jorge Lorenzo y Marc Márquez, los tres bajo un mismo techo, el de la sala de prensa del circuito de Losail, el italiano evidenció que es el único que vive todavía torturándose con el pasado.
“Nunca podré olvidar lo que ocurrió, ni yo ni mucha gente”, lanzó su canto de rencor el nueve veces campeón del mundo a los micrófonos de Movistar+, después de haber mandado varios recados envenenados a Márquez y a Lorenzo en un clima de tensión indisimulada entre los tres.
Rossi es un zorro, curtido en mil batallas dialécticas y de desestabilización psicológica. De ahí arranca la herida que sigue lamiéndose, precisamente: de intentar picar a quien pensaba que caería en sus redes. Se equivocó de presa. Y todavía, a tres días de la primera carrera del curso, no se quiere dar cuenta. No admite el error. Se retroalimenta en su dolor y en su rencor con la corte de palmeros y voceros que le rodean. Nadie le hace ver, ni siquiera, que quizás está errando la táctica. Con Jorge y con Marc no le vale como con Biaggi o Sete.
Ayer, en la vuelta al cole, Rossi podría haber dado marcha atrás, o frenar en seco. Pareció por un instante que rectificaba, que pasaba página, cuando dijo: “La rivalidad es siempre algo extra en el motorsport, creo que nada en particular tendría que ocurrir es- te año”. O cuando añadió: “En las últimas carreras del año pasado pasó algo fuera de lo normal, pero ya forma parte del pasado; lo bueno es que podré tener otra lucha este año”. Pero el giro en el discurso se quedó ahí, en el mensaje genérico, a todo el mundo.
Pero en la corta distancia, en los corrillos reducidos de periodistas, delante de sus acólitos, de los que le sirven el remate en bandeja, Valentino recupera la belicosidad y llega a fantasear con la vendetta, como si fuera la gasolina que le alimenta. “Es normal que ellos (Márquez y Lorenzo) no quisieran hablar más de lo sucedido al final del año pasado...”, arrancaba ante un compatriota, que progresivamente hurgaba en la llaga, preguntándole sobre su referencia a la vendetta que se cobró Senna con Prost en Suzuka en 1989 sacándolo de la pista. “Como dije en una entrevista, he entendido la grandeza de Senna por aquello que hizo; yo no era aficionado suyo, pero me acuerdo que me levanté a ver la carrera de Suzuka y vi lo que hizo (Senna), le puso dos huevos así, y fue valiente... Pero no sé si lo podré hacer nunca. Es difícil pensar en eso, es difícil que se presente la ocasión para mí”, fantaseaba Vale.
–¿Pero es porque en motos es más peligroso o porque no es posible hacerlo? –le inquiría–
–La peligrosidad depende de la velocidad, pero si vas lento con la moto no es peligroso; el piloto sabe dónde es peligroso y dónde no... Pero esperemos que vaya todo bien, que nos comportemos en pista con respeto, que es lo importante, y no la relación personal. Esperemos que en pista cada uno corra por sí mismo”, lanzó en otro mensaje velado a Márquez.
También tenía munición para Dorna, que en su nueva normativa ha prohibido a los pilotos hablar mal del campeonato. “Creo que puedes explicar lo que piensas también de una manera educada; si vigilas las palabras que usas no cambiará nada”. Es decir, que Rossi seguirá rajando. Y hoy comienza la actividad en la pista. Allí también puede hablar...
LA VENGANZA “Senna fue valiente, le puso huevos, pero no sé si lo podré hacer nunca, es difícil que se presente la ocasión”
CONTRA DORNA “Puedes decir lo que piensas también de una manera educada; si vigilas las palabras no cambiará nada”