Desenamorados del amor romántico
Comedias como ‘Love’ y ‘Girls’ plantean una juventud que ya no cree en comer perdices con el príncipe azul
Si el príncipe azul existe, posiblemente te lo encontrarás en una aplicación para ligar. Su fotografía de perfil será un selfie en el gimnasio. Te seducirá en la primera cita, te invitará a subir y posiblemente buscará su próxima conquista antes de que salgas por la puerta. O quizá resulta que es un buen chaval, de esos que te invitan a la cena, se muestra respetuoso y luego resulta un desastre en la cama. Ese querrá casarse contigo después de un tiempo prudencial, pero tú prefieres seguir besando sapos, que es más divertido. Estos son los nuevos principios de las comedias románticas, por lo menos de las series de talentos jóvenes. Ellos asumen que los tiempos han cambiado y el ideal romántico salió disparado por la ventana en el momento en el que vieron que había mucho tiempo entre el despertar sexual y la estabilidad sentimental.
Love, que el canal Netflix estrenó en febrero, posiblemente sea el paradigma del amor contemporáneo. Por el título podríamos imaginar que estamos ante el equivalente televisivo de una caja de bombones en forma de corazón pero no sigue las pautas típicas. Gus (Paul Rust) conoce a la atractiva Mickey (Gillian Jacobs) mientras está resacosa comprando tabaco. Él la invita a un café y ella se enciende un porro con las ventanas del coche subidas. Pero lo mejor es descubrir cómo las pequeñas cosas se entrometen en su dinámica. Más que vender la idea de que el amor lo puede todo, los creadores Judd Apatow, Lesley Arfin y el propio Paul Rust plantean que la identidad individual boicotea la posibilidad de una relación cuando hablamos de jóvenes de veinte a treinta y tantos. Están los prejuicios, preferencias y prioridades y luego está todo lo demás.
Apatow, que renovó la comedia cinematográfica con Supersalidos y
Un lío embarazoso, se está convirtiendo en un experto en el tema desde que trabajó con Lena Dunham para sacar adelante Girls en el canal HBO. La serie, que ahora está emitiendo la quinta temporada en Canal+ Series, sigue girando alrededor de las vivencias de un grupo de chicas en el Manhattan actual y sus peripecias sexuales siempre han sido el elemento más destacado. Hannah Horvath (Dunham) es una experta en torpedear cualquier oportunidad laboral, pero tanto ella como sus amigos resultan más interesantes en sus dinámicas sexuales. No son actos rítmicos entre las sábanas, sino escenas de incomodidad y actitudes sorprendentes. Dunham como guionista vende una juventud cosmopolita que ha perdido la inocencia, que ha experimentado y que entiende que la imagen social no tiene por qué corresponderse exactamente con los gustos en la cama. Por ejemplo, si el cuento de la Cenicienta se trasladase al mundo real, ella se enamoraría del príncipe en el baile, pero rompería el compromiso al descubrir su fetichismo de pies en la intimidad.
Esta idea de relaciones marcadas por la importancia del sexo, unas personalidades individuales muy definidas e inflexibles, y la dificultad de obtener un compromiso puede verse en otras comedias del momento. Los tortolitos de Eres lo peor, que emite Comedy Central, son reacios a la monogamia y tampoco consideran necesario abandonar las drogas por el bien de la relación. La guionista y actriz Rachel Bloom, que ganó el Globo de Oro este año por la serie musical Crazy ex girlfriend, juega con las bases de la comedia romántica: Rebecca, su personaje, tiene una enfermedad mental y sólo puede ver su vida sentimental a través de los clichés del género que, por supuesto, no encajan con su realidad. Las fumetas de Broad city odian etiquetar sus relaciones. Y Aziz Ansari, autor de Master of none de Netflix, también ha explorado las vicisitudes de encontrar pareja en una gran ciudad cuando no naciste ayer.
No es fácil encontrar una persona compatible cuando se ha dedicado tanto tiempo al crecimiento individual. Y, mientras en los cuentos se besan y comen perdices, la nueva comedia desvela que puedes sentirte afortunado si al día siguiente de acostarte con alguien todavía te responde por whatsap.
Cenicienta hoy en día se enamoraría en el baile y dejaría al príncipe al descubrir su fetichismo de pies