La armonía de una vida
RAMON NOGUERA (1937-2016) Director de la Coral Polifònica de Puig-reig
Me da la sensación de que con el fallecimiento de Ramon Noguera i Subirà la historia nos cierra una de sus puertas. Gran parte del patrimonio arquitectónico relacionado con las colonias textiles es ahora tema de visita museística, una historia atractiva y reciente. Y estas piedras y espacios albergaron esfuerzos y esperanzas de otras generaciones. La extensa sombra de Clavé arraigó en ellas. Hay trabajos importantes de Jaume Ayats ( Cantar a la fàbrica, cantar al coro, 2008) que revelan la actividad coral que había en algunas de ellas. Pero la vida de estas personas, ese día a día de construir, de aceptar un compromiso y con el trabajo agradecer el privilegio, queda al fin reducida a un currículum profesional, válido, pero siempre distante de lo humano, que es por donde transcurre la historia.
Y Noguera sintetiza y lleva a la culminación ese sueño del canto comunitario. No deja de ser significativo que una localidad se conozca por el nombre de su coral, y más aún que ésta y su calidad sea producto del trabajo y el compromiso de un ya “hijo predilecto” de Puig-reig. En efecto, su polifónica asombró en los últimos años en sus participaciones en solitario o junto a otros grandes coros en las salas de conciertos más importantes de Catalunya.
Y ello fue obra de Ramon Noguera, nacido en Puig-reig en 1937, que animó el espíritu de sus cantantes. Vivía en la misma colonia Prat en la que hizo trabajos administrativos y que albergó luego la coral. En la escolanía de la parroquia local adquirió sus primeras nociones de música con el solfeo, participando luego de su schola cantorum. Comentaba que su afición al canto procedía de cuando acudía a escuchar los ensayos con su padre, que ya cantaba en el cor Clavé. En sus tiempos de niñez y juventud participó de diversas corales locales hasta que a petición del mosén del pueblo se formó la colla de Joves Sardanistes que, al marchar el religioso, él comenzó a dirigir. Fue un salto cualitativo singular que iluminó un camino. En realidad movido por el entusiasmo y la fe en la música, ya que Ramon Noguera disponía hasta entonces de una escasa formación.
Poco a poco esta experiencia, las necesidades que le planteaban los desafíos de la canción popular, que era lo que afrontaban con el coro, le llevaron a acercarse a los grandes maestros de aquellos años, como Manuel Cabero, muy especialmente, y también a Lluís Virgili o Oriol Martorell, con los que aprendió cuestiones técnicas fundamentales. Pero su sentido de hacer las cosas bien le llevó posteriormente más lejos, ya que en el Conservatori Municipal de Barcelona hizo estudios avanzados con Manuel Oltra.
Ramon Noguera reconocía que si su coral tenía una particularidad, ésta radicaba en el trabajo de la técnica vocal y la afinación. Pasaron los años y hacia finales de los sesenta y sobre todo en los setenta las colonias fabriles mostraron signos de crisis, lo que a la vez se transmitió a la actividad coral sardanista. Y cuando marchó de Puig-reig el mosén Climent Llorens que había decidido transformar la Colla en una coral, en 1969 asumió la dirección, demostrando inmediatamente sus dotes naturales al frente del grupo que, a mediados de los setenta adoptó su nuevo diseño de coral polifónica. Entonces el joven Josep Pons i Viladomat –nacido en Puig-reig y hoy director de orquesta internacional– comenzó a participar desde el piano y el órgano con la coral, que hacía repertorios de óperas rock del momento y cançó catalana. Y se volcaron a trabajar en el gran reto que marcó su historia, la interpretación de El Mesías de Händel. Para entonces Noguera contó con la inestimable colaboración de Manuel Cabero. Y así continuó la vida de este director de la coral polifónica más importante de Catalunya, que sumó a su actividad una buena presencia internacional. Y como decía Noguera, “llegamos una vez a Buenos Aires presentados como una coral española y salimos reconocidos como un coro catalán”, ya que su repertorio llevaba las joyas de la coralidad del país.
La obra y la vida de Ramon Noguera fueron el cauce en el que transcurrió la armonía de esta gran obra, y somos muchos quienes le agradecemos su dedicación y compromiso. Descanse en paz.
“Llegamos a Buenos Aires como una coral española y salimos como un coro catalán”, contaba
JORGE DE PERSIA