Barça y alrededores
Todo cambia alrededor del Barça sin que el Barça se inmute. Aquel Manchester United que trató de discutirle el reinado europeo en las finales del 2009 y el 2011 es hoy un pedazo de corcho flotando en el océano, insignificante y sin rumbo. El Chelsea granítico que le llegó a amargar la vida anda ahora desaparecido, con Abramovich cortando aún el bacalao pero ya sin la destreza de antaño. El Real Madrid va a la baja, agarrado al clavo ardiendo de la Champions, con Florentino Pérez haciendo todas las funciones, cansándose pronto de sus juguetes nuevos (léase proyectos) con la misma insensibilidad de un niño dos días después del día de Reyes. Incluso el Bayern sufre, reticente a guardiolizarse del todo, dominando la Bundesliga como siempre pero padeciendo mucho más de la cuenta en el extranjero.
El Barça ha superado también sus propios miedos, sacudiéndose una detrás de otra dependencias que se proclamaron de imposible superación. Desde las dramatizadas en exceso (Thiago)
Pasa el tiempo y el equipo no sólo sobrevive sino que progresa y se hace más fuerte
hasta las a priori fundamentadas de Valdés, Puyol, Xavi o el propio Guardiola.
Pasa el tiempo y el Barça no sólo sobrevive sino que progresa y se hace más fuerte. Es cierto que anoche pasó por algún momento malo y que concedió espacios y ocasiones al Arsenal con aparente imprudencia, pero es inevitable pensar que todo eso sucedió por la típica inercia que ataca a los mejores cuando se ven clasificados. Una mirada más amplia de todo el asunto da como resultado un dominio hegemónico: si el gran angular se aplica a la eliminatoria contra el Arsenal, 5 goles a 1 en el global; si se aplica a la temporada, 38 partidos sin perder; si al total de la última década, novena campaña consecutiva con el Barça entrando en cuartos de final de la Champions.