Zúrich, diseño y tradición en el corazón de Europa
Cultura, historia, naturaleza y compras en el centro de Europa. Zúrich es una de las ciudades más diná
micas del continente, con grandes posibilidades para los viajeros que quieran escaparse unos días para disfrutar de sus museos, por ejemplo, o de la naturaleza, ya que esta ciudad de cuatrocientos mil habitantes está situada en el extremo septentrional del lago de Zúrich y rodeada de un entorno natural.
También es un buen lugar para las compras, sobre todo en la Bahnhof
strasse, que une la estación de tren con el lago, donde encontraréis tiendas de marcas internacionales de lujo. Aunque para llevarse un recuerdo auténtico y típicamente suizo hay que ir hasta los bonitos talleres de artesanos del barrio Schipfe.
Pero si se quiere probar una nueva zona de compras en un espacio emblemático, hay que ir hasta los arcos del viaducto del ferrocarril, construido en Zúrich en 1894, con decenas de posibilidades para callejear, comprar y divertirse. Debajo de los treinta y seis arcos del viaducto hay tiendas de delicatessen, de moda y galerías, pero el alma del complejo es el mercado, donde los agriculto
res y tenderos de la zona ofrecen sus mejores productos.
OCIO Y CULTURA Otra posibilidad que ofrece la ciudad es el ocio nocturno, con centenares de clubes legendarios donde escuchar muy buena música en directo. Por ejemplo, el House-Party, en el legendario Kaufleuten, y el club más antiguo de la ciudad, el Mascotte.
Para los amantes del arte, Zúrich cuenta con cincuenta museos, de los que catorce están dedicados al arte. El Kunsthaus Zürich, por ejemplo, acoge la colección del Modernismo más importante de la ciudad, y es muy conocido por su colección permanente, con cuadros de grandes maestros, como Alberto Giacometti, Picasso, Monet y Chagall. Además, tiene la colección de Munch más grande fuera de Noruega.
Si se viaja a Zúrich por primera vez, conviene no perderse el Dörfli, como llaman cariñosamente sus habitantes al legendario barrio del cas- co antiguo de Niederdorf. Entre sus estrechas calles peatonales encontraréis pequeñas boutiques, anticuarios, talleres de artesanía y joyas sorprendentes, como lapas tele ríaboutiqu eS cho ber-Péclard.
En la parte vieja es donde se puede apreciar la verdadera esencia de Zúrich, con casas medievales y majestuosos edificios gremiales. Allí está el símbolo de la ciudad, las torres gemelas del campanario de la Grossmünster, que, según la leyen- da, fueron construidas por Carlo
Magno en los lugares donde se encontraron las tumbas de Felix y Regula, los patrones de la ciudad.
NATURALEZA Una buena excursión para conocer el entorno de Zúrich es hasta el pico
Uto Kulm, en el monte Uetliberg y a una altura de 871 metros sobre el nivel del mar, desde donde se disfruta de una espectacular vista panorámica de la ciudad, del lago y
del valle del Limmat. En verano, el monte Uetliberg es punto de partida para recorridos a pie guiados, rutas en bicicleta o para realizar el camino de los Planetas, una excursión de unas dos horas hasta el teleférico
Felsenegg-Bahn, en Adliswil, para disfrutar de unas vistas magníficas del sistema solar.
Otra posibilidad es llegar hasta el lago, que hasta hace solo unas décadas era una vía de tránsito marí
timo y de transporte. Hoy es uno de los destinos más apreciados para excursiones, y una de las mejores formas de conocerlo es haciendo un recorrido en un barco de línea que durante todo el año conecta los
pueblos a sus orillas, o en un barco de vapor, como el Gipfeli-Schiff y el Sonnenuntergangs-Schiff.
En la orilla septentrional inferior del lago está la famosa Goldküste, o
Costa de Oro, una de las zonas más exclusivas, con residencias y villas lujosas, mientras que en el extremo oriental encontramos la Rapper
swil, o ciudad de las rosas, unos jardines públicos donde florecen más de quince mil rosales de más de seiscientas variedades.