Dos cámaras secretas en la tumba de Tutankamón
El análisis apunta a la existencia de restos orgánicos y metálicos
Egipto quitó ayer un poco más de polvo a su futurible nuevo gran hallazgo arqueológico en el Valle de los Reyes. El ministro de Antigüedades, Mahmud al Damati, anunció que su gobierno está casi convencido de que junto a la tumba de Tutankamón –de por sí el más fabuloso hallazgo de la historia de la arqueología– existen dos cámaras funerarias desconocidas hasta ahora.
Es más: en ellas podría haber material orgánico o metálico, anunció El Damati.
Y aún hay más: el próximo 1 de abril habrá más noticias.
Maestros en la dosificación de información alrededor de sus hallazgos arqueológicos, el gobierno de Egipto lleva desde junio de 2015 dando crédito a la hipótesis del arqueólogo británico de la Universidad de Arizona Nicholas Reeves, que sostiene que tras dos de las cámaras de la tumba de Tutankamón podría haber otras dos estancias.
El hecho de que estén adjuntas a la tumba de Tut da pie a pensar en toda clase de tesoros y ocupantes.
Reeves ha sostenido que allí puede estar Nefertiti, aunque hay arqueólogos que sostienen que su tumba ya fue descubierta. Por ello, si hubiera allí otra tumba podría ser la de Nefertiti, madrastra de Tutankamón, pero también su madre, Kiya, o la reina Meritatón, con quien comparte padre, Akenatón. Para proseguir en el análi- sis del terreno, Al Damati anunció ayer que el día 31 de marzo habrá nuevas prospecciones sobre el terreno y que al día siguiente ofrecerá nuevas explicaciones. El director del trabajo de campo es el japonés Hirokatsu Watanabe.
Al Damati declaró en la rueda de prensa –en la que no estaba el equipo japonés– estar seguro al 90 por ciento de la hipótesis formulada por Watanabe. Según estas investigaciones, existen dos espacios vacíos, uno detrás del muro norte y otro detrás del muro oeste de la cámara funeraria de Tutankamón, y especificó que en la zona norte que se han detectado materiales metálicos y orgánicos. El hueco situado junto al muro norte tiene alrededor de 1,5 metros de diámetro y unos 2 metros de profundidad. De confirmarse estas medidas, difícilmente contendrá una tumba parecida a la de su vecino.
Al Damati dijo que si estos datos se confirman, podría tratarse de “un gran descubrimiento” pa- ra la egiptología. “El descubrimiento del siglo”, calificó el ministro.
La hipótesis de Reeves tiene un curioso origen. Hace unos años, la empresa Factum Arte, radicada en Madrid y con participación británica, realizó un escaneado en la tumba de Tutankamón. El Gobierno egipcio quería hacer una réplica, para instalar en el Valle de los Reyes, y evitar que la masiva afluencia de turistas deteriorara la tumba de Tutankamón. Factum Arte realizó una copia milimétrica, con toda clase de detalles de relieves, colores y texturas. Puso el material a disposición de todo el mundo, en su página web.
Desde Arizona, y con ojo de arqueólogo, Reeves sospechó de unas líneas en las paredes que parecían sugerir viejas puertas. Huecos rellenados a posteriori.
El arqueólogo inglés Nicholas Reeves sostiene que hay dos estancias adjuntas a la de Tutankamón Los análisis dicen que podría haber material orgánico o metálico, según el ministro de Antigüedades
Por ello, propuso al gobierno egipcio efectuar unas prospecciones sobre el terreno, que se hicieron a finales del pasado año. Se exploró el exterior de la zona con georradar.
Al Damati eludió ayer especular con quién podría ocupar esas cavidades si se confirmara no sólo que existen, sino que son dependencias funerarias. “Puede ser un miembro de la familia real de Tutankamón”, aventuró el político.
Diversos arqueólogos han mostrado su escepticismo sobre la posibilidad de un hallazgo de las características sugeridas por Reeves o por las actuales autoridades del país, muy necesitado de crear expectación alrededor de su riquísimo patrimonio arqueológico y cultural.
La tumba de Tutankamón, descubierta por el también británico Howard Carter en 1922, sigue siendo el mayor hallazgo de la historia de la arqueología. La misión estuvo varios años sobre el terreno, a la búsqueda de la tumba. Su insistencia tuvo premio, porque una mañana de noviembre logró acceder a la cámara del rey, repleta de tesoros ocultos durante tres mil años. Cuando metió la cabeza por el agujero, dijo una frase que ha quedado para la historia: “Veo cosas maravillosas”. Nicholas Reeves quiere decir lo mismo.