Barcelona planea limitar el tráfico si hay contaminación
El Ayuntamiento estudia alternar coches con matrícula par e impar si la polución es muy alta
Los coches no podrán circular por Barcelona según la matrícula (par o impar) cuando se superen los 200 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico de aire, lo que suele ocurrir entre dos y cuatro veces al año. Así figura en el protocolo de actuación ante la contaminación que prepara el Ayuntamiento.
El Ayuntamiento prevé impedir la circulación cuando la polución supere el nivel que fija la UE
Siguiendo el ejemplo de otras grandes ciudades europeas, el Ayuntamiento de Barcelona prepara un protocolo de actuación ante los episodios de contaminación del aire. Entre las medidas más destacadas se encuentra alternar la circulación a los vehículos por su matrícula (par o impar) cuando se superen los 200 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2 ) por metro cúbico de aire. Esta situación se produce entre dos y cuatro días cada año en el área de Barcelona y los valores legales de la UE impiden so- brepasar esos niveles de contaminación. Otras medidas propuestas son reservar carriles específicos al tránsito para vehículos de transporte público y alta ocupación en las vías de acceso así como reconvertir algunos carriles de circulación de vehículos para las bicicletas, la regulación de aparcamiento para los con- ductores no residentes en Barcelona, la limitación de circulación para taxis vacíos en zonas determinadas y la prohibición de la carga y descarga entre siete y once de la mañana. Son medidas que instaurarían ante un episodio de alta contaminación de NO 2 en la ciudad.
Las ideas han surgido del grupo de trabajo formada por científicos y técnicos de la mesa contra la contaminación del aire, que recibió el encargo del Ayuntamiento de elaborar una propuesta de protocolo y un marco normativo para afrontar los episodios de contaminación. Antes de tomar medidas tan drásticas, se han de- -finido unos umbrales de polución (para NO2 y partículas en suspensión PM10 ) previos en los que se empezará a actuar. Ante la llegada de un episodio de polu- ción, primero se realizará un seguimiento a nivel interno hora a hora para determinar la evolución de los niveles de contaminación y, si la situación no mejora, entrará en vigor una fase de preaviso. El seguimiento se activará cuando se superen los 140 microg/m3 y el preaviso al alcanzar los 160. A partir de ese momento se pondrá en marcha una campaña de información y sensibilización ciudadana y se tomarán las primeras medidas que notarán los ciudadanos. Las principales acciones serán la restricción o limitación de la capacidad de entrada a la ciudad mediante la regulación semafórica, pues se dará preferencia al transporte público y a los carriles VAO existentes o habilitados para ese
Una de las opciones es la de reservar más carriles al transporte público y las bicicletas En algunos casos se podría restringir la capacidad de entrada de vehículos a la ciudad
efecto de manera puntual. Además, se aplicarán medidas de promoción del transporte público que se tendrán que consensuar con otros actores implicados como la Generalitat y el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB). Bonificar el uso del transporte público en detrimento del privado es una de las opciones que hay encima de la mesa, aunque los responsables de la elaboración del protocolo prefieren no concretar todavía.
El documento elaborado por los expertos diferencia los casos de contaminación por dióxido de nitrógeno (que supera los límites en tres ocasiones al año de media) y por partículas en suspensión. En este caso las medidas son diferentes. El primer umbral se fija en los 50 microgramos por metro cúbico, lo que se produce de media unos quince días al año. Las medidas en este caso se centran en las obras, que deben restringir las actividades polvorientas, y en los servicios de limpieza y Parques y Jardines. Para rebajar el polvo en el aire, se incrementará el riego de las calles con agua freática de dos a cuatro de la madrugada, se regarán las plazas y parques no asfaltados y se prohibirá el uso de bufadores en las tareas de limpieza. Si la situación no mejora y se llega al límite de los 80 microgramos, la Generalitat decretaría episodio de contaminación y entonces sí que los conductores deberán poner de su parte. A todo lo anterior, se sumará la reducción de la velocidad de las vias principales a 30 km/h. Esta medida se llevará a cabo siempre y cuando no esté activado también el protocolo por NO2 , ya que la circulación a velocidad tan baja provoca un aumento de la presencia de dióxido de nitrógeno en el aire.
“El objetivo es hacer efectivo el derecho a la salud de la ciudadanía”, defendió la teniente de alcaldía responsable del área de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, durante la presentación de los expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal), la Agencia de Salud Pública de Barcelona y las universidades UAB y UPC. Las propuestas fueron expuestas ayer frente a la mesa contra la contaminación del aire, en la que se agrupan entidades y agentes del sector. “El protocolo lo hemos querido hacer al lado de los que más saben”, destacó Sanz. Junto a ella, Xavier Querol, investigador del CSIC, mostró el deseo de que el protocolo salga adelante para frenar “el impacto evidente en la salud que tiene la contaminación, responsable de 3.500 muertes prematuras cada año en la ciudad”, según el científico, que cree necesario eliminar uno de cada tres coches que circulan por la ciudad para reducir las emisiones. Querol apuntó que “lo importante es actuar con tiempo y tomar medidas estructurales, más que episódicas”. Por eso, defendió la importancia de marcar umbrales previos a los límites máximos establecidos por la Unión Europea para poder re- accionar antes de tiempo. “Si a los 140 microgramos se está alerta y a los 160 se toman medidas, es más difícil que se acabe llegando a los 200, cuando se incumplen los límites marcados por la UE”, resume Querol. Para Cristina Castells, de la Agencia Local de la Energía de Barcelona, “es fundamental realizar acciones de sensibilización desde el primer momento” y etiquetar los vehículos en función del motor que tienen para tomar medidas más ambiciosas.
A partir de ahora el Ayuntamiento de Barcelona estudiará las diferentes medidas propuestas por los expertos para definir el protocolo definitivo y los pasos previos para poder aplicarlo. Janet Sanz mostró su deseo de tener el documento a punto “antes de final de año”. Además de buscar el apoyo de otros grupos municipales para tirarlo adelante, desde el Consistorio también consideran fundamental la complicidad del puerto de Barcelona para que active medidas concretas en cada uno de los umbrales de contaminación. El equipo de gobierno de Ada Colau también anunció su intención de trabajar de manera coordinada con los ayuntamientos vecinos, el Àrea Metropolitana de Barcelona y la Generalitat, que es la administración responsable de decretar el episodio de contaminación cuando se superan los límites de NO2 y PM10 establecidos por la Unión Europea.
Una de las medidas todavía por concretar es la posibilidad de bonificar el uso del vehículo no privado