El grito anticlasista del “hijo de una limpiasuelos”
“La gente pobre puede cambiar el mundo”, dice Raúl Solís
Su artículo Hijo de una limpiasuelos ha sido todo un acontecimiento viral. Con más de 235.000 visualizaciones, el grito anticlasista de Raúl Solís, periodista de 34 años, ha calado hondo. “Yo no quiero exponer la historia personal de mi madre para dar lástima, lo que quiero es sacudir a la gente sencilla, a la gente pobre para que despierte y sepa que se puede cambiar el mundo”, comenta a este periódico.
El artículo de Solís, aparecido en el digital Paralelo 36, era la respuesta de este joven, el último de una familia de cinco hermanos, a las afirmaciones del concejal del PP en Palafolls Óscar Bermán, quien afirmó que Ada Colau “en una sociedad seria y sana estaría limpiando suelos”. Para Solís esta afirmación va mucho más allá de un pretendido insulto a la alcaldesa de Barcelona. “Lo que esconde es el desprecio y la rabia que una parte de la sociedad mantiene hacia los trabajadores, a los que el máximo nivel que se les permite ocupar es estar a ras de suelo, de rodillas”.
Lola Galván, la madre de Raúl Solís, tiene hoy 72 años. “Creció sin padre en una España enlutada y de silencio en la que las mujeres que fregaban suelos no trabajaban, servían”, dice Solís. De los nueve a los dieciséis años estuvo de sirvienta en la casa de una familia acomodada de Mérida. “En su sociedad de perdedores y ganadores, el trozo de bacalao diario con el que pagaban a mi madre por servirles era lo más a lo que podía aspirar una pobre desgraciada (...) Pero aquella pobre y analfabeta mujer de la Extremadura de posguerra, contra todo pronóstico no olvidaría jamás su memoria, ni perdería la dignidad. Yo, su hijo, tampoco lo olvidaré nunca”, señala en su texto. Raúl es el único de los cinco hermanos que ha podido realizar estudios universita- rios. Lola todavía no sabe leer pero por dignidad a los 16 años arrojó a la cabeza de los señoritos el trozo de bacalao y salió corrien- do. “Lo único bueno de aquello”, bromea Raúl, “es que mi madre sabe cocinar el bacalao como nadie”.
“Escribí el artículo porque me pudo la rabia que siento ante estos intentos de criminalizar a los pobres; es frecuente escuchar que los campesinos son vagos, que viven de las subvenciones y de cobrar el desempleo... Nadie dice la verdad, nadie les defiende y terminan por quitarles todos sus derechos”, señala Raúl Solís, quien ha pasado dos épocas de su vida en Bruselas, una vez becado por el Parlamento Europeo “y la otra por mi cuenta”, y que ahora colabora en varios medios digitales y lleva la comunicación de diversas oenegés.
En realidad, el artículo se empezó a gestar cuando oyó las críticas a Alberto Garzón y Pablo Iglesias porque en los premios Goya “parecían dos camareros”. “No insultaron a Garzón e Iglesias, lo que hicieron fue mostrar todo el odio que sienten hacia aquellas personas que les sirven el café por las mañanas. Sobre ese desprecio se asientan luego las políticas de castigo a los más desfavorecidos”, insiste. Reconoce Solís que su madre aún se asusta cuando le cuenta lo que hace y le hace advertencias del tipo “ten cuidado con lo que escribes” o “no vayas a esa manifestación que te puede pasar algo”. “Mi madre no sabrá leer pero está muy preocupada por cómo se suceden los acontecimientos en España. Es un claro ejemplo del hartazgo al que está llegando la sociedad”, declara el periodista, para quien “no se puede ser neutral ante la injusticia”.
Este periodista respondió al edil del PP que insultó a Colau y su escrito se ha hecho viral